Theano Zahorszki, una pequeña de solo 3 años, comenzó a sentirse mal desde el año pasado, pero los médicos descartaron todas sus quejas y la mandaron a casa con Calpol, un fármaco a base de paracetamol cuya función es ser un analgésico y antipirético, aseguró su madre.
Al principio —y de acuerdo con la narrativa de la tutora—, la menor de edad sufría síntomas parecidos a los de un resfriado, por ende los especialistas dijeron que esto era sumamente normal entre los infantes que comenzaban a asistir a la guardería.
Sin embargo, la frecuencia de las infecciones continuaba y llegaron a registrar que los «catarros» aparecían cada dos semanas.
Los doctores omitieron sus padecimientos y la ignoraron hasta en 10 ocasiones.
Según la organización local de «Cancer Research UK», hay alrededor de 9 mil 900 casos nuevos de leucemia cada día en el Reino Unido.
Sin embargo, los médicos que asistieron el caso de la infante de solo tres años, atribuyeron sus síntomas a todos los demás malestares comunes, desde un estreñimiento hasta reacciones alérgicas a los antibióticos.
Ilona, madre de la menor de edad, dijo que sabía que su pequeña no estaba bien, pero en el fondo sabía que «nadie la escucharía» o que la tacharían de exagerar los padecimientos de su hija.
«Fui al médico de cabecera, A&E y NHS 24. Vi a más de 10 médicos», dijo al medio local, el Daily Record.
La pequeña Theano Zahorszki, sufría infecciones de orina y un sarpullido que se reflejaba como marcas rojas en la pierna, detalló su madre.
En un momento, Ilona le dijo que una recepcionista del médico de cabecera le preguntó de la manera «¿estás aquí otra vez?», cuando llegó para una cita
Esto limitaba a la tutora y la volvía insegura ante los claros y raros padecimientos de su hija, sin embargo, aumentaron las señales y la infante comenzó a cambiar drásticamente su estado de salud. En este punto sus padres se preocuparon aún más.
Sin embargo, cada que acudía al médico y se les exigía realizar unos análisis de sangre «nunca lo consideraban» o en caso de que los hicieran «no los revisaban».
A mediados o finales de noviembre del año pasado, la niña —que alguna vez fue activa—, tenía dificultades para caminar y para el mes de diciembre, estaba demasiado enferma para acudir a la guardería, dijo su madre.
Theano Zahorszki comenzó a tener nuevos síntomas, incluido un dolor en la pierna, pero a sus padres les dijeron que era un daño en los tejidos blandos, antes de que se les informara que era una forma de artritis infantil.
«Nos enviaron a casa con Calpol y Neurofen pero nunca revisaron sangre», agregó Ilona.
Para fines de diciembre, la piel de Theano Zahorszki comenzó a pelarse y tenía todo el tiempo fiebre alta, por lo que le recetaron antibióticos, dijo su madre.
Para la víspera de Año Nuevo, la infante finalmente fue remitida para tomarle los análisis de sangre y los médicos rápidamente se dieron cuenta de la niña no se encontraba nada bien.
El 5 de enero fue trasladada al Queen Elizabeth, un hospital de la ciudad de Glasgow para recibir quimioterapia.
La menor de edad tenía leucemia, esta enfermedad se conoce por ser un tipo de cáncer que ataca los tejidos que conforman la sangre y que prohíbe que el cuerpo combata una infección. Cuando un niño la padece, la médula ósea produce células sanguíneas anormales que no maduran.
«Un médico me dijo que solo habría tenido un mes o dos si no hubiera venido cuando lo hice», dijo Ilona. «Aunque los médicos ahora han dicho que ella tiene muy buenas posibilidades de supervivencia.», finalizó