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Mujer finge padecer de cáncer terminal; pide dinero y resultó ser para fiestas

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Australia.- Esta mañana se cimbró la ciudad al darse a conocer la historia de Hanna Dickenson, una joven de 19 años que fingió padecer cáncer terminal y pidió apoyo para hacer algunas cosas ‘como su última voluntad’.

Para lograr ‘cumplir sus sueños’ Dickenson pidió ayuda económica a sus familiares y amigos alegando que ‘solo le quedaban unas semanas de vida’. Sin embargo, cada una de las donaciones que recibió no fueron para pagar sus tratamientos o cumplir sus sueños sino disfrutar fiestas desenfrenadas y viajar al extranjero.

Su mentira fue descubierta en Facebook por dos personas que habían cooperado económicamente con la joven y decidieron dar a conocer sus mentiras ante la policía de Victoria, Australia.

De acuerdo con The Telegraph, la joven australiana logró juntar 32 mil dólares en menos de una semana con la finalidad de pagar un tratamiento especial que se realizaría en Nueva Zelanda y en Tailandia la siguiente semana afirmando que tenía tres semanas de vida.

Debido a que sus padres no podían obtener esa cantidad de dinero por ser granjeros, pidieron ayuda a sus vecinos y amigos, quienes apoyaron de buena voluntad. Al notar la gran cantidad de dinero que necesitaba la joven para llevar a cabo su ‘tratamiento’ de cáncer terminal la pareja Nathan y Rachel Cue decidieron prestarle 17 mil dólares para que pudiera hacer posible ‘su última voluntad’.

Días después de prestar el dinero, la pareja descubrió en la cuenta de Facebook de esta joven diversas fotografías en las que aparecía gozando de fiestas desenfrenadas en las que presumía beber grandes cantidades de alcohol. Esta situación provocó que la pareja se sintiera estafada y por ello decidieron denunciarla ante la Policía de Victoria.

Una vez que se dio a conocer el caso, el tribunal de Victoria juzgó a Hanna Dickenson y fue declarada culpable por los delitos de obtener propiedades por engaño por lo que fue condenada a tres meses de cárcel, 150 horas de trabajo comunitario y a recibir tratamiento por sus problemas de salud mental y abuso de sustancias.

El caso ha generado gran indignación a nivel nacional por lo que la sentencia podría aumentar si así lo desean los afectados. Por su parte, el juez John Mickeys describió la conducta de la joven como ‘despreciable’, ‘inhumana’ y ‘desgarradora’.