Madrid, España.- El matrimonio formado por Cecilia y Luis Gascó funcionaba con normalidad, contaban con tres hijos sanos, a quienes habían llevado a aplicarles sus vacunas con la oportunidad debida, pero algo vino de pronto a cambiarlo todo: Vino el cuarto hijo y al llevarlo a vacunar tuvo una serie de reacciones adversas que lo llevaron a quedar tetrapléjico.
Cecilia – hoy integrante de la asociación de Afectados por las Vacunas – narra que el caso sucedió en 2011, cuando su bebé tenía 18 meses de nacido y tuvo una “reacción brutal” tras aplicarle las vacunas de la Difteria-Tétanos-Pertussis-Haemophilus influenzae tipo b-Polio inactivada.
Dijo que esa noche el niño comenzó a llorar desesperadamente y con cierta temperatura, por lo que optó por llevarlo al hospital, donde los médicos lo comenzaron a tratar ´por reacciones inmunológicas, pero seguía empeorando, hasta que le encontraron una inflamación en su columna vertebral.
Finalmente el niño quedó sin movilidad, pero lo afortunado es que no le afectó su cerebro y hoy, a sus ocho años, registra un desarrollo mental de acuerdo con su edad, pero pegado a una silla de ruedas.
Cecilia dice que lo vacunaron por amor, pero que nunca se imaginaron que ello lo llevaría a perder por completo la movilidad de su cuerpo.
En España, como en México y muchos países del Orbe, la aplicación de vacunas es obligatoria.