Argentina.- Las visitas familiares siempre tendrán dos polos: aquellos que gustan de encontrarse con esos miembros de la familia que están lejos y aquellos que se ven obligados a hacerlo.
El caso de un joven en San Miguel, ha generado polémica e indignación entre los pobladores de dicha localidad luego de golpear brutalmente a su tía con una piedra y un ladrillo en todo el rostro provocándole graves heridas al punto de tener que ser hospitalizada.
De acuerdo con La Crónica, el joven visitó a su tía hace unos días porque le mencionó que ‘no tenía a dónde ir’ y no halló a nadie más para que le diera un poco de apoyo moral. La víctima le permitió estar en su casa hasta que encontrara un trabajo.
Horas después del primer encuentro, el joven empezó a beber alcohol con su tía como muestra de agradecimiento por su noble acción. Minutos después, el joven esperó a que su familiar estuviera dormida para comenzar a golpearla con una piedra a la altura del rostro.
El informe de la Policía Municipal de San Miguel reveló que el joven no tuvo suficiente violencia con la piedra y por ende optó por atacarla con un ladrillo por varios minutos.
Una vez que terminó su brutal acto, robó joyas, dinero y artículos de valor para huir del lugar. Vecinos de la zona se percataron de la violencia en el hogar señalado al notar la puerta abierta y diversas manchas de sangre.
Al ver a la mujer gravemente herida, llamaron a los números de emergencia para que los paramédicos la atendieran de manera urgente. Al lugar arribaron elementos de la Cruz Roja y minutos después, la tía fue trasladada de urgencia al Hospital Larcade de San Miguel.
Hasta el momento, esta mujer se encuentra en estado grave de salud. Por su parte, el doctor Javier Ballestén aseguró que la mujer fue atacada de manera brutal y la fuerza de los golpes provocó que perdiera parte de la vista en el ojo izquierdo.
Por otro lado, las autoridades locales informaron que el joven está prófugo y se presume que el motivo de la golpiza se debió al gran interés que tenía este sujeto por el diente de oro que tenía su tía, objeto que no fue hallado en su dentadura ni en su casa.
