Hermosillo, Sonora.- Una joven pasante de Medicina, de condición humilde, demostró que la honestidad, como valor humano, está más allá de la necesidad, y gracias a ello una mujer de la tercera edad recuperó su color, tras haber perdido el dinero producto de su pensión, tras utilizar un cajero automático de Santander para revisar su saldo.
De la muchacha protagonista de este acto con alto valor humano nada se sabe, no dijo su nombre, ni tampoco donde vivía, vaya, ni siquiera quiso aceptar una gratificación en efectivo.
Esta historia se inició el viernes pasado cuando doña Antonia Corella acudió a una sucursal bancaria para revisar su saldo en la tarjeta donde recibe su pensión mensual, pidió al aparato la impresión de su ticket, pero no se fijó que oprimió también la tecla para el retiro de 6 mil pesos, poco menos del monto de su pensión.
Luego se retiró y el dinero quedó justo en el cajero automático, al que minutos después llegó la joven pasante de Medicina, quien iba saliendo de su guardia nocturna y le urgía llegar a descansar a su casa.
Tomó el dinero dejado ahí en la máquina y entró al banco para averiguar a quién le pertenecía, pero como se tardaban mucho para atenderla, decidió retirarse para regresar después.
Ayer sábado se enteró en redes sociales que doña Antonia había extraviado ese dinero y que significaba su manutención del mes, por lo que sin pensarlo ase comunicó al número de teléfono ahí señalado, ubicó el domicilio y – acompañada de su señora madre – se hizo presente para regresar íntegra la cantidad, sin aceptar nada a cambio, que no fueran las gracias y ver feliz a doña Antonia, quien estaba acompañada de su nieta Lucía.
