Existen varios motivos que provocan las rupturas amorosas, peleas, infidelidades y problemas de carácter sexual; son solo algunos de ellos. Sin embargo, el caso de Stephen Ringo, de 38 años de edad y originario de Tennessee, Estados Unidos, va más allá de lo antes mencionado.
Dos hamburguesas, dos paquetes grandes de papas fritas, más de 20 nuggets de pollo y cerca de dos litros de refresco eran parte de su dieta matutina y por la noche, decidía calmar su hambre ingiriendo algunas rebanadas de pizza. Por este estilo alimenticio, Ringo llegó a pesar 184 kilos.
El sobrepeso le impedía realizar actividades cotidianas como ponerse los calcetines. Asimismo, de manera paulatina, dejó de tener intimidad con su pareja. Su mujer se cansó y decidió abandonarlo, según ella, por ser ‘muy obeso para tener relaciones’.
Ante esto, Ringo cayó en depresión y su autoestima se encontraba por los suelos. Afortunadamente, no se dio por vencido y decidió hacer un cambio radical en su vida.
Dejar la comida chatarra, ir al gimnasio todos los días y llevar una dieta saludable fue algo que el hombre comenzó a hacer.
Ringo puso especial atención en su modo de comer, pues solo se alimentaba a las cinco de la tarde y a las nueve de la noche. En tan solo unos meses, logró perder 101 kilos.
‘Al principio me sentía triste y sucio. Pensaba que mi vida no tenía sentido, pero ahora todo es diferente. Me siento seguro de mí mismo’, comentó en una entrevista.
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El hombre decidió compartir su historia a través de redes sociales con la finalidad de motivar a otras personas que pasen por una situación similar, además, también lo hizo para tratar de encontrar pareja.
