Maxi está a la espera de un trasplante luego de que sufriera la perforación de su aparato intestinal durante el abuso sexual perpetrado por el padre de un amigo suyo, cuatro años atrás.
En 2014, a la edad de siete años, el niño oriundo de la provincia del Chaco, Argentina, fue a la casa de su mejor amigo, en Resistencia. Allí fue recibido por Omar Alberto Verón, quien aprovechando la ausencia de su hijo, abusó del niño.
Tras el ataque, el agresor amenazó al pequeño con que mataría a su padre y a sus hermanitos si contaba lo que le había hecho; sin embargo, el abuso fue descubierto por Omar Ale, el cirujano infantil al que contactó el papá de Maxi luego de que comenzara a presentar problemas de salud.
Luego de un riguroso examen, el médico advirtió que Maxi tenía un desgarro anal y perforaciones intestinales compatibles con un ataque sexual. A partir de ese momento, el niño comenzó un sinuoso camino marcado por diferentes tratamientos y cirugías.
Actualmente, Maxi se encuentra bajo los cuidados específicos en el Hospital de Pediatría Garrahan, donde los profesionales le darán el alta en cuanto comience la cicatrización necesaria y posteriormente se pueda integrar a la lista de espera para recibir el órgano que necesita.
De acuerdo con Miguel Ángel Orué, padre de Maxi, el pequeño debe ser sometido a un trasplante de intestinos:
En el Garrahan le cerraron la abertura abdominal que le habían hecho para que pudiera alimentarse mediante zonda. Ahora lo hace por vía intravenosa. Cuando cicatrice pasará a lista de espera porque necesita un trasplante de intestinos”
En los próximos días, Maxi regresará a su provincia, pero antes su familia debe terminar la edificación de un cuarto para que el pequeño pueda continuar con su tratamiento en casa. Al respecto, Miguel reconoció:
Necesitamos de ayuda porque estamos solos. Si bien tenemos los materiales que nos dio la gobernación, nos faltan insumos médicos, la cama y colchón, además de mano de obra”
Más allá de su evolución, Maxi requiere de cuidados específicos, por lo que amigos y familiares lanzaron una campaña solidaria a través de las redes sociales.
Mientras tanto, el agresor, quien permaneció prófugo de la justicia durante los últimos cuatro años, fue detenido la semana pasada.
