Australia.- Una mujer murió llevándose consigo una culpa que nunca la dejó estar tranquila, y es que había atropellado accidentalmente a una menor de 6 años.
Se trata del caso de Míriam Grace Paton, una mujer de 86 años de edad que murió en la cama de un hospital tras manifestarle a su esposo en varias ocasiones que se sentía culpable por la muerte de la pequeña y a causa de esto ya no quería seguir viviendo.
La mujer había sido acusada de manejar peligrosamente el vehículo cuando se echó de reversa y arrolló a la pequeña Indie Armstrong, además de a su hermana mayor y a la abuela de las niñas en Sunshine Coast, Australia. Tras la muerte de la menor, Paton quedó desolada.
Fue dos días después del trágico accidente cuando Míriam ingresó al hospital por una lesión en la columna y luego desarrolló pulmonía, por lo que no pudo asistir a las audiencias relacionadas con el caso.
Peter Boyce, abogado de la mujer, señaló que Paton tomó la decisión de no continuar con su tratamiento para recuperarse, pues “había matado a una niña y ya no quería vivir más”.
Ella tenía el corazón roto, no pudo soportar la idea de haber causado la muerte de una niña. Quería morir, señaló el esposo de Paton, quien reveló a The Courier-Mail que su esposa trabajaba como maestra de escuela primaria por más de cinco décadas.
