Sudáfrica.- Un padre de familia hizo justicia con sus propias manos y castró a un sacerdote tras enterarse de que presuntamente había abusado sexualmente de su hija de nueve años; el párroco no sobrevivió al ataque.
Los hechos ocurrieron el pasado 30 de septiembre en la ciudad de East London, Sudáfrica, cuando el religioso, identificado como Mase Malgas, de 66 años, fue brutalmente agredido en su residencia.
Un testigo del caso, identificado como Constable Lundi Nqwelo fue llamado por los fiscales estatales y declaró que el acusado fue informado por su exesposa de que su hija había sido violada por Malgas, quien predicaba en la iglesia anglicana St. Phillips en el suburbio de Gompo.
De inmediato, el padre, su expareja y un amigo fueron en busca del presunto abusador y al llegar a su vivienda lo agredieron brutalmente.
Nqwelo dijo que el acusado, quien no fue identificado para proteger la identidad de su hija, golpeó salvajemente a Malgas e intentó castrarlo, pero solo le provocó heridas profundas en la zona genital.
Tras el brutal ataque, los tres agresores llevaron al sacerdote a la estación de Policía de Scenery Park esperando que fuera arrestado por el abuso de la pequeña; sin embargo, al percatarse de la situación, los cuerpos de seguridad trasladaron a la víctima de inmediato al hospital, donde más tarde se declaró su muerte.
Reportes médicos confirmaron que la niña sí fue víctima de abuso sexual, pero falta que los resultados de la prueba de ADN confirmen que Mase Malgas fue el responsable.
Al padre de la pequeña se le negó la libertad bajo fianza y fue enviado a una celda antes de que inicie su juicio, el cual se llevará a cabo en los próximos días.