Ciudad de México.- En una celda del Reclusorio Preventivo Varonil Norte un interno mató a su pareja sentimental la tarde del domingo. El reo confesó que la privó de la vida porque mientras él estaba preso la mujer sostuvo otra relación sentimental y ayer ella decidió confesarle todo.
De acuerdo con datos de las autoridades, el recluso, identificado como Juan José “N”, se encontraba en una zona apartada del resto de la comunidad penitenciara en espera de ser extraditado a los Estados Unidos por haber matado a otra mujer en aquel país en el 2014.
En aquella fecha, Juan José logró burlar a las autoridades estadounidenses y se refugió en México, sin embargo, en julio del año pasado fue detenido en el estado de Tlaxcala, donde aparentemente se dedicaba a la trata de mujeres.
Ayer domingo, su esposa, de 34 años de edad, acudió a la visita conyugal. Cerca de las 14:30 horas un guardia escuchó ruidos en la celda de Juan José, y al aproximarse, observó que la víctima se encontraba tirada en el piso; el implicado le dijo que la había matado y que era su esposa.
Según el reporte policial, el homicidio ocurrió alrededor de las 12:00 horas sin que los custodios se dieran cuenta. El imputado no alertó a las autoridades, por lo que estuvo con el cadáver dos horas, hasta que descubrieron el homicidio.
Juan José confesó que la mató porque mientras él estaba preso la mujer sostuvo otra relación sentimental y ayer ella decidió confesarle todo; en represalia, éste la ahorcó.
Ahora, seguirá otro proceso legal en México por el delito de feminicidio.
Según su expediente, Juan José es requerido por un juez de Estados Unidos por privar de la vida a Claudia Parodi, el 3 de octubre de 2014, en Baltimore, Maryland. Se presume que la víctima también era su pareja sentimental y le propinó 15 puñaladas en diversas partes del cuerpo.
Como parte de la investigación de la procuraduría capitalina por este crimen, que entra en los protocolos de feminicidio, los agentes entrevistaron al jefe de custodios del turno en el que ocurrieron los hechos, así como a los celadores que debían cuidar el área donde estaba José.
Autoridades buscan deslindar responsabilidades, ya que los trabajadores del Sistema Penitenciario capitalino dieron a conocer que “nunca” escucharon los gritos de ayuda de la mujer. También se solicitaron los accesos a las cámaras de seguridad que hay en el Reclusorio Norte.