Mi pequeña y valiente amiga…
Te has ido, tu alma ha deplegado sus alas para volver a la luz eterna, eras tan pequeñita, fueron casi 5 años de valiente caminar, enfrentándote a la enfermedad, hoy brillas en el cielo como una estrella; con tu partida nos has dejado a todos consternados, con apenas 8 añitos de edad, desde los 4 años la vida te obligo a dejar el colegio para ir al hospital a las quimioterapias y demás tratamientos para combatir la leucemia, hoy nos duele el alma ante el hecho de que no volveremos a verte más.
Creo que nunca se está preparado para dejar ir a alguien a quien amas tanto, alguien que es parte de tu vida, de tus días, de tu ser. Te has ido pequeña Metzli y con ello te has llevado infinidad de sonrisas, en su lugar has dejado un mar de lágrimas, lagrimas que no cesan, lagrimas que duelen. Me gustaría decirte que tus papis, tu hermanita, tu familia y yo estaremos bien, que no te preocupes por nosotros, que volveremos a sonreír.
Lamentablemente no es así. Siempre nos dolera en lo más profundo de nuestros corazones y es que nos harás falta cada día. Te echaremos mucho de menos y no será fácil asimilar que ya no estarás nunca más a nuestro lado con tu ruidosa y contagiosa risa, y tus ocurrentes comentarios, ya no estarás, al menos no físicamente pero tu recuerdo se queda eternamente en nosotros.
Metzli siempre serás mi pequeña amiga, mi pequeña y valiente guerrera, que enfrentó con sonrisas y amor las adversidades de la vida, viviste tanto en tu corta pero grandiosa vida. Me duele y me pone mal ver aquellas fotografías tuyas, nuestras, en las que ambas compartimos bellos momentos y hermosas tardes de sonrisas, abrazos y alegrías.
Y es que ¿cómo puedo comprender que tu llamado haya sido tan rápido? 8 cortos añitos de edad, eras tan pequeñita, y se que no importa cuánto hayas vivido, solo sé que me hubiese gustado que fueses eterna y que siguieras aquí, con nosotros, conmigo, dándonos tus calidos abrazos, tu amor y tu cariño, escuchando tus ocurrentes y divertidas conversaciones que no importaba tu corta edad, estaban llenas de madurez y sobre todo de alegría e inocencia, siempre recordaré tu forma de hablarme de lo que tu sentías y padecías con las quimioterapias y de como me dabas ánimos cuando yo me ponía mal después de estar en el hospital y después de las quimioterapias, siempre recordaré el cómo me hacías sentir cada vez que platicábamos.
Quisiera no llorarte pequeña Metzli, porque no te dejare descansar. Pero me dejas un vacío muy grande en mi corazón, y me duele profundamente tu despedida, me dejas también un recuerdo imborrable en mi memoria y en mi corazón.
Me platicas tantas cosas y yo me encontraba tan curiosa e intrigada con tus aventuras, eras tan divertida y tan alegre, que no dejábamos de reír juntas a carcajadas, eras una niña genial, tu tiempo paso muy rápido y a prisas pequeña amiga, y me hubiera gustado detenerlo, para tenerte más, pero entre más lo desee pareció avanzar con más rapidez, la dura realidad de tu partida me esta doliendo mucho, y con todas mis fuerzas me hubieran gustado pedir años más para ti, pero entonces sucede que la realidad, la triste realidad es que ya no estás.
Seguirás siempre presente en cada recuerdo, presente en mi mente y en mi corazón, y a ti te dedico estas lineas mi valiente amiga, mi pequeña gran guerrera Metzli (luz de luna).
Seguirás presente en nuestras fotografías, en ciertos lugares, en la gente, en algunos objetos. En el aire, en los días, en las risas y en los sueños.
Te has ido tan rapidamente que ni siquiera he tenido tiempo de decirte todo lo que te quiero. Lo mucho que han significado para mi todo lo que me regalaste con tu compañía.
El sin fin de aprendizajes que obtuve de ti y de tu valiente experiencia de vida. Tus risas, tus ocurrencias, te echare de menos mi pequeña amiga. Y espararé a que llegue el momento para volver abrazarte, volver a escucharte y volver a reír contigo.
Pese al dolor que me deja tu partida me queda la gran satisfacción de que tus cortos años los viviste plenamente. Que realizaste todas aquellas cosas que en su momento deseaste. Que te divertiste y que fuiste profundamente amada. Me siento infinitamente orgullosa de haberte conocido, de haber sonreido contigo y de haber sido tu amiga, Porque aquí en la tierra nos hiciste felíz a tantas personas, sé que en el más allá también así será. Guardare con recelo todos los momentos a tu lado en mi corazón. Quiero pensar que ahora te encuentras en un lugar mucho mejor. Que te has ido con tranquilidad, teniendo en mente que fuiste una niña profundamente amada por todos los que te conocimos y es que siempre nos diste de más sin importar tu corta edad. Siempre fuiste una pequeña estrella, llena de luz y de amor. Un ser que al menos yo he de llevar en mi corazón hasta el final.
Te he de seguir recordando, como esa bella muñequita que siempre tenía una sonrisa en los labios. Prometo ser más fuerte y con mis lágrimas ya no retenerte. Prometo no romperme al recordarte y prometo guardar tu bella sonrisa en mi memoria. Prometo aceptar la voluntad del cielo y continuar mi camino por la senda de la enfermedad con más valentia, tal como tu siempre lo hiciste, y así me lo enseñaste, fuiste un gran ejemplo de amor y valentia para mi. La esperanza de volverte a ver seguirá aquí, conmigo.
Prometo ser tan fuerte como me enseñaste. Y esperar con paciencia el día de nuestro reencuentro. Espérame por allá mi pequeña amiga y guárdame mi lugar y es que no sé cómo, ni cuándo, solo sé que un día nos volveremos a encontrar y ésta vez, ésta vez será para siempre.
Siempre te tendré en mi corazón mi pequeña y valiente amiga METZLI.
DESCANSE EN PAZ
(Por siempre tu amiga Soffia Arlette).