Bélgica.- Una corte en Bélgica condenó a unos padres por su participación en la muerte de su bebé, que sucumbió a la malnutrición y la deshidratación porque su familia creía con firmeza en dietas alternativas.
La corte les impuso una pena suspendida de seis meses de prisión por no tener los cuidados adecuados para el pequeño Lucas. Cuando murió el bebé a los siete meses, sus órganos se habían contraído hasta la mitad de su tamaño y no tenían nada de grasa alrededor.
El fallecimiento de Lucas fue “el resultado de la oferta sistemática de comida que no era adecuada”, afirmo el juez Mieke Butstraen.
Es por eso que “su salud se vio gravemente perjudicada y terminó muriendo” pesando sólo 4.3 kilogramos, sólo un kilo más de cuando había nacido.
El caso ha causado un gran escándalo sobre el uso de la medicina alternativa y la responsabilidad de los padres al criar a sus hijos.
Los padres aún pueden apelar la sentencia, pero la corte ya dijo que mostraron cierta indulgencia al darles la sentencia mínima de seis meses.
“Está claro que los acusados ya están siendo suficientemente castigados al tener que continuar sus vidas con el conocimiento de que son responsables por la muerte de su hijo, a quien en verdad amaban”, dijo Butstraen.
Los padres son dueños de una tienda de alimentos naturistas y apoyan la comida alternativa, tanto que la aplicaron a su hijo recién nacido.
A pesar de que el niño no fue diagnosticado con intolerancia a la lactosa o al gluten, los padres sospecharon que lo era así que empezaron a experimentar con diferentes opciones como arroz, quinoa y leche de trigo. No consultaron a ningún médico y hay evidencia que muestra que dejaron de ir a la asistencia social para bebés.
En lugar de acudir al médico escucharon a sus clientes de la tienda e investigaron en internet.
Los acusados sabían de la frágil salud de su hijo, aun así se negaron a pedir ayuda médica cuando estaban a tiempo”, señaló el juez.
El día en el que Lucas murió, cuando ya la situación estaba muy deteriorada, fue llevado con un doctor homeopático. Cuando finalmente lo llevaron a un hospital, ya había muerto.