Irlanda.- Una joven de Dublín, dejó a su perra en una guardería canina para viajar tres días con su familia a Islandia. Al regresar e ir a recogerla, le devolvieron a la husky muerta y empaquetada.
Kirsten Kinch viajó con su familia cuando dejó a su mascota Nova en la perrera P&E Boarding Kennels and Cattery, en Dublín.
La perra tuvo un problema continuo con la colitis, una enfermedad inflamatoria intestinal, por lo que le habían administrado esteroides durante los últimos meses.
Cuando regresó de las vacaciones, descubrió que su perra había muerto díaS después de desangrarse y que había sido envuelta en bolsas de basura y cubierta con cinta adhesiva.
«Nos dijeron que Nova había muerto; la habían encontrado esa mañana ensangrentada en su jaula. Nos quedamos impactados, devastados», relató Kinch en un mensaje en su cuenta de Instagram.
La mujer cuenta además cómo les entregaron el cadáver del animal: «Habían aplastado a Nova en lo que solo puedo describir como una pelota envuelta en una bolsa negra, cubierta con cinta adhesiva. No había cuidado ni empatía en la forma en que había sido tratada».
El propietario de la perrera cuenta en una entrevista al diario The Independent que envolvió a la husky en bolsas de basura después de que muriera para «evitar que un virus peligroso acabara con los otros perros a nuestro cuidado». Paddy Cullen, propietario de P&E Boarding Kennels en Kimmage, asegura que su familia ha recibido amenazas de muerte a raíz de una publicación en las redes sociales sobre la muerte del animal.
Paddy Cullen asegura que ha estado manejando sus perreras desde 1986 y es un amante de todos los animales. Ha explicado por qué Nova fue colocada en bolsas de basura y asegura que «hay dos versiones en cada historia».
«Nos dejaron dos perros, entraron por cuatro días y uno de ellos era un perro enfermo y el otro estaba bien. El que estaba enfermo tomaba esteroides. El cuarto día, el perro murió y se desangró por la parte trasera. Si un perro se desangra, puede expulsar un virus llamado parvovirus lo que podría haber acabado con la vida de todos los perros en 24 horas», explica.