Chiapas.- Desde que se eliminó el programa Prospera y se canceló el servicio aéreo para emergencias médicas, cuatro mil indígenas tzeltales se encuentran incomunicados en el corazón de la selva lacandona, sin ningún tipo de atención médica.
A consecuencia de esto, un bebé de 5 meses de edad murió el pasado marzo sin siquiera poder ser diagnosticado.
La tragedia sucedió a principios de marzo, cuando el bebé, llamado Mario, comenzó a tener problemas de temperatura y tos.
A pesar de que los padres, Matilde y Abelardo, lo llevaron a la casa de Salud de Candelaria, un poblado rodeado de selva, para que fuera atendido, esto no pudo ser posible debido al desabasto de medicamentos y material médico en la zona.
Tras esta negativa, solicitaron a las autoridades de Salud de Ocosingo que su hijo fuera trasladado en avioneta debido a la gravedad de su estado, pero les dijeron que «el servicio ya no está disponible».
Pedimos un apoyo al Gobierno, con la jurisdicción, pero dijo que no hay apoyo de avioneta», explicó el padre.
Sin la ayuda de traslados aéreos de emergencia, el trayecto es de 8 horas a pie.
Sin medios para atender ni trasladar a su bebé, tuvieron que recurrir al uso de plantas medicinales. Pero todos el esfuerzo fue inútil.
Hicimos la lucha con las plantas medicinales, pero no se pudo. A la 1:25 el día 3 por la mañana, falleció mi hijo.
Ni siquiera hubo diagnóstico para el pequeño, pero sus padres saben que su muerte pudo ser evitada.
El recorte presupuestal tras la eliminación de Prospera ha sumido en una crisis de salud a 12 comunidades de la zona, cuyas condiciones las hacen las más marginadas a nivel nacional.
Este programa permitía abastecer de medicamentos la zona y enviar doctores a la selva durante 20 días, así como el traslado aéreo de pacientes en estado grave.
La última vez que la Casa de Salud de la zona fue abastecida fue en octubre del año pasado. Desde entonces no han llegado medicamentos ni material médico para atender a los 900 indígenas que habitan las comunidades de la región.
Los afectados denuncian que desde la cancelación del programa Prospera ellos se han visto despojados de cualquier tipo de apoyo.
A pesar de que el director de la Jurisdicción Sanitaria de Ocosingo pidió al secretario de Salud Estatal, José Manuel Cruz Villegas, no suspender los recursos destinados a las comunidades indígenas, las más desprotegidas, la situación no ha mejorado ni un ápice.