Noa Pothoven, una adolescente de 17 años, eligió morir en su casa tras dejar de consumir alimentos y beber agua. La joven además padecía una severa depresión, estrés postraumático y anorexia como resultado de tres violaciones durante su infancia.
Su experiencia quedó plasmada en el libro “Winnen of leren” traducido al español como “Ganar o aprender», tras lo cual tomó la decisión de solicitar la eutanasia, legal en los Países Bajos desde 2012, y contactar con la clínica Levenseindekliniek de La Haya, sin éxito.
La decisión causó polémica en el país por la edad de la joven, menor de edad, quien era incapaz de decidir por sí misma y a quien se recomendó tratamiento psicológico y esperar a que su cerebro se desarrollara por completo, es decir a que cumpliese los 21 años, recomendaciones a las cuales se negó la adolescente por el sufrimiento que conllevaban para ella, señaló EFE.
“Revivo el miedo y el dolor a diario. Siento que mi cuerpo está aún sucio”, comentó en diciembre de 2018 aludiendo a las violaciones que experimentó a los 11, 12 y 14 años y por cuyas secuelas fue ingresada a un centro psiquiátrico, que finalmente abandonó para quedar bajo el cuidado de su familia en casa.
A Noa Pothoven no se le practicó eutanasia
La muerte de Pothoven se viralizó por la difusión de una información falsa que afirmaba que la adolescente había fallecido por eutanasia, lo cual fue descartado por el ministro de Sanidad holandés, Hugo de Jonge, y la clínica especializada.
De acuerdo con De Jonge, la misma familia de la adolescente le confirmó que Noa había muerto en su casa por inanición y pidió respeto para su duelo, mientras el funcionario solicitó al Servicio de Inspección de Sanidad una investigación sobre el caso, destaca AFP.
La clínica detalló que el deceso de Noa ocurrió por su decisión de dejar de consumir alimento y bebida para “poner fin a su sufrimiento”.
La adolescente comunicó su decisión a través de su cuenta de Instagram, tanto la publicación como la cuenta han sido dadas de baja de la red social.