Bélgica.- Una doctora que asfixió a su propia hija afectada por el cáncer con una bolsa de plástico ha evitado la cárcel a pesar de haber sido declarada culpable de asesinato en Bélgica.
La neurocirujana Mehrnaz Didgar, de 51 años, recibió una condena de cinco años de cárcel por el asesinato de su hija Eline, de 14.
Además los jueces le ordenaron asistir a terapia psicológica. La madre afirma que su hija le pidió morir en varias ocasiones.
El juez Peter Hartoch, del tribunal de la ciudad de Lovania, señaló que ese fue el “juicio más difícil y pesado” de su carrera, pues la mujer tenía un severo estado de culpabilidad y a la vez terminó con la pesadilla de su hija, supuestamente.
El abogado de Mehrnaz Didgar alegó que fue un crimen por “amor”.
Eline padecía cáncer de tiroides desde que tenía siete años, lo que presuntamente la tenía muy deprimida y presionada, así como a su madre.
La doctora trajo a casa la medicina del hospital de la Universidad de Lovaina, donde trabajaba y que luego usaba para drogar a Eline.
Luego la sofocó con una bolsa de plástico durante quince minutos y le causó la muerte.
Después, la madre llamó a un amigo y le contó lo que ella había hecho.Cuando el hombre llamó a la policía Didgar huyó en su carro BMW.
Una hora más tarde, su auto fue visto en la carretera con una llanta ponchada y daños en las puertas.
La desesperada mujer le dijo a los policías que “había manejado hasta un puente porque quería morir».
Según los informes, confesó el asesinato de su hija durante el interrogatorio asegurando que la niña le pidió varias veces morir.
“Me sentía vacía sin vida, tomé medicamentos que le recetaba a mis pacientes, creía que las dos teníamos que morir”.
Según el padre de Eline, Steven Pans, su hija estaba empezando a mejorar y a lidiar con el cáncer a medida que crecía.
También afirmó que Eline nunca mostró signos de querer morir, incluso cuando estaba más afectada con los dolores