Hermosillo, Sonora.- David, de tan solo siete años de edad, vende en esta ciudad “la mejor limonada del mundo”, pero su actividad comercial lleva un fon noble: Se acerca el cumpleaños de su papito y quiere comprarle un buen regalo, para demostrarle lo mucho que lo quiere.
En el exterior de su casa puso su pequeña empresa, donde muestra al público la calidad de limones que utiliza para la preparación de tan refrescante bebida, más ahora en este verano, que las temperaturas son extremas.
Ofrece el vaso a solo cinco pesos, según reza una cartulina que el mismo escribió y que colocó en la parte frontal de la mesa que utiliza para su vendimia, pero a veces algunos clientes le dan hasta 10 pesos por vaso.
“Hola, soy David y vendo limonada; se acerca el cumpleaños de mi papá y quiero comprarle algo”, dice sonriente este pequeño, a quien su madre le prepara higiénicamente el producto para su venta al público.