Hermosillo, Sonora.- Tuvieron que pasar ocho largos años, llenos de angustia y desesperación, que llevaron a doña Gabriela Peña Hernández al deterioro de su salud, para que por fin se diera el milagro que por tanto tiempo esperó: Estar de nuevo con César, su amado hijo, que un día salió de su casa para ya no regresar.
Doña Gabriela, residente de una comunidad del Estado de Michoacán, nunca perdió la fe en encontrarlo, incluso rechazó la idea de algunas vecinas y amigas, que se ofrecieron para “mandarle oficiar una misa por el eterno descanso del alma de su hijo”, pero ella lo rechazó.
Logró que la Comisión de Búsqueda de Michoacán estableciera contacto y lograra la ayuda de los Colectivos de Búsqueda de Sonora para así dar con su hijo.
César padece de esquizofrenia desde muy pequeño y fue localizado deambulando en calles de la capital sonorense, donde recibía ayuda de varias personas, principalmente de empleados de la farmacia situada en el bulevar Clouthier y Periférico Sur.
Con fotografías se logró establecer la identidad de César y así su madre recibió apoyo económico para viajar a Hermosillo y poder regresar con él a Michoacán.
Doña Gabriela mostró su infinito agradecimiento para todas aquellas personas que ayudaron a César y la apoyaron a ella a localizarlo y tenerlos nuevamente juntos.
