Ciudad Juárez.- Karla Nicol tiene 13 meses de edad, pero su futuro es incierto porque padece cardiopatía congénita y aunque tiene el servicio del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la deficiente atención que le dan hace temer a su madre un desenlace fatal en cualquier momento, por lo que ya piensa en pedir el apoyo de la comunidad o algún hospital privado para atender a su hija.
La pequeña no aumenta de peso y ese es el argumento que le dan en el IMSS para no operarla y solucionar el problema de salud que tiene, pero tampoco la apoyan con un sistema que le ayude a ganar ese peso que necesita, dice la afligida madre Marilin Alonso.
Karla Nicol desde que nació su salud está mala, pues no crece mucho y no aumenta de peso por el problema cardiaco que padece, comenta la señora Alonso.
La bebé tiene una cardiopatía congénita, el problema es que el ventrículo derecho tiene doble vía de salida, además de que padece hipertensión pulmonar, explica.
“No gana peso, no crece por esta deficiencia en su salud, me la atienden en el Hospital 66 del Seguro Social, pero creo que no como se debe, y eso ocurre también en el hospital del Instituto en Torreón, Coahuila, a donde nos han mandado para que la revisen y la operen, pero las vueltas no han servido de nada”, dice la señora.
Corre peligro si no la operan
Marilin dice que en el IMSS en Torreón no la han atendido porque no han tenido cardiólogo, pero además de que ya le ha pasado eso en dos ocasiones, aquí tardan mucho tiempo para programarla en la cita con los especialistas de aquella ciudad de la región lagunera.
Explicó que desde el mes de mayo pidió la cita para el especialista y la mandaron a Torreón hasta el 25 de noviembre; luego de nuevo el 2 de diciembre y en las dos ocasiones fue lo mismo, no la atendieron porque el cardiólogo se había accidentado, según le dijeron.
“En la segunda ocasión me enojé tanto que les exigí atendieran a mi niña, y la revisó un doctor, pero ni siquiera le hicieron un electrocardiograma, estuvieron peor que la atención que le dan aquí en Juárez”, dice la señora.
Después de la segunda vuelta a Torreón, le dijeron que le hablarían a mediados de diciembre, pero no lo hicieron, por lo que ella, con ayuda de personal de Juárez, se comunicó y le respondieron que marcara de nuevo en enero, lo hizo al empezar el mes y otra vez le dijeron marcara después del día 20; el 22 le dieron cita para su hija, ahora será hasta agosto.
“Están poniendo en riesgo la vida de mi hija, ellos dicen en la Jefatura de Pediatría que la niña aguanta y que si está bien, pero que necesita subir de peso, pues sólo ha llegado a los 5 kilos y dicen que así no la pueden operar”, comenta.
Sin embargo, Marilin dice que consultó a un cardiólogo en un hospital privado y le advirtió que su niña corre peligro si no la operan; el mismo médico le dijo que en el IMSS la iban a hacer perder el tiempo con el argumento del peso de la pequeña y eso es lo que le está pasando.
La cardióloga del Hospital 66 del IMSS le dijo que le podían hacer a la niña un bandaje para ver si aguantaba más tiempo, pero no le explican los detalles de la intervención y sólo la asustan más por el estado de salud de su hija. Marilin dijo que no le queda otra alternativa que busca el apoyo de la comunidad o de algún hospital privado en donde le salven la vida a la pequeña Karla Nicol, ya que ella no cuenta con los recursos para solventar una operación de ese tipo, pues vive sola con otra niña de 14 años de edad.
