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Cuando un ‘GRACIAS A DIOS’ nos sale del alma

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EN LA RED.- En redes sociales se topa uno historias de la vida real que nos hacer acrecentar nuestro conocimiento, reír, reflexionar, como también hay otras que nos roban una lágrima y nos colocan los pies sobre la tierra, donde – entonces sí – nos damos cuenta de lo privilegiados que somos, por poco o mucho que tengamos en lo material.

Viene lo anterior por una historia que aquí, en OPINION SONRA, reproducimos porque creemos que leerla y reflexionarla nos hará mejores personas, mejores seres humanos, para hacer más placentera nuestra estancia en esta casas llamada Tierra.

En algún lugar de México cuenta el propietario de un restaurante de comida rápida esta experiencia:

“A mi negocio y llegaron dos muchachos y me preguntaron… ¿No están contratando? Yo estaba distraído y sin hacer contacto visual mi respuesta fue fría y directa… No por el momento no”.

“Un segundo después sólo escuché un suspiro, levanté la mirada y los muchachos caminaron unos metros y luego uno de ellos se devolvió y me dijo: Mire que pena, pero desde las 7 de la mañana estamos buscando trabajo (eran las 3 de la tarde), hemos ido a construcciones, tiendas, y nada, y no tenemos dinero para comer y nos morimos de hambre”.

Agrega que: “De inmediato las muchachas que trabajan conmigo les prepararon una comida y se las dimos. Caminaron unos pasos y se sentaron en una mesa frente a la barra de comidas, cerraron sus ojos y empezaron a darle gracias a Dios”.

“Las palabras de su oración nunca se me olvidarán: Señor, gracias por estos alimentos, bendícelos y bendice las manos que los prepararon. Danos la oportunidad de poder encontrar trabajo y así mañana poder volver a comer».

“Con el corazón partido, lágrimas en mis mejillas y un nudo en la garganta, bajé la cabeza y reflexioné lo afortunado que soy de poder tener alimentos en la mesa”.

Nada nos cuesta regalar un poco de lo que tenemos, para ayudar a quien realmente lo necesita, a quien tiene hambre, sed o algún quebranto en su salud.

Reflexionemos de verdad sobre esta historia, para ser mujeres y hombres de bien…. Gracias.