Zacatecas.- Un niño de 3 años de edad murió en el interior de una iglesia a causa de una bala perdida cuando rezaban el rosario junto con su abuela los demás feligreses, mientras que otro joven resultó herido en la escalinata del templo, informó el obispo de la diócesis de Zacatecas.
Sigifredo Noriega Barceló, obispo de la diócesis de Zacatecas, explicó que como ya
es costumbre de la iglesia, en mayo se ofrecen flores y se reza el rosario, també dijo que en el templo se encontraba la abuela del menor y otro de sus nietos, “sucede esa bala perdida que dio en el niño y queda un joven baleado en la escalinata del templo”, narró el prelado.
Ante esta lamentable situación, ocurrida el pasado jueves en Fresnillo, Sigifredo Noriega Barceló, condenó el asesinado del pequeño, afirmando que “esto es el colmo, la gota que derramó el vaso. Esto es algo que no debe quedar en el olvido”.
“Son hechos totalmente condenables, nos hacen pensar qué mundo estamos construyendo, porque la violencia no se ha contenido y lo sucedido en Fresnillo es
algo para llamar la atención de los ciudadanos”, aseveró.
Asimismo, consideró que es muy grave que este tipo de hechos se den al interior de un templo. Explicó que fue en el momento que se rezaba el rosario, informó el medio local NTR.
“Estamos consternados e indignados porque no se ha contenido la violencia. La gente despertará con esto, esto puede ser la gota que derrame el vaso para tomar acciones concretas”, manifestó Noriega Barceló.
El obispo señaló que aunque las autoridades son las encargadas de contener la violencia en el estado, los ciudadanos no deben “ser meros espectadores de la violencia”, recomendó que la ciudadanía se debe de unir, para contener la violencia.
“Ya es el colmo, cuando tocan la vida de un inocente, de una pequeña criatura que se le corta la vida, todo un futuro, creo que esto no solo nos indigna, sino que nos llama a hacer algo más”, puntualizó.
Noriega Barceló, dijo que hasta el momento no se sabe de que forma habrá de tomarse acciones “pero habrá que buscarla juntos”.
“Los demonios andan sueltos y no sabes cómo te van a llegar, como no supo este niño, su abuela y las demás personas que, dentro del templo, en un ejercicio religioso, fuera a pasar esto que sucedió el jueves por la tarde”, comentó visiblemente preocupado el obispo.