Ciudad de México.- Una niña de 11 años se suicidó en el baño de su escuela, sólo unos días después de que su padre, un destacado detective de tránsito, muriera de cáncer, además, una semana antes la pequeña envió un correo electrónico a los funcionarios de la escuela para informar que estaba siendo víctima de bullying.
La estudiante de sexto grado, identificada por su madre como Felicia LoAlbo-Melendez, fue encontrada inconsciente dentro de un baño por otro estudiante alrededor de las 13:00 horas del 6 de febrero en la escuela FW Holbein en Mount Holly, informó el medio Daily Voice.
Una autopsia realizada por la Oficina del Médico Forense de Filadelfia determinó que la estudiante de sexto grado murió por suicidio.
Una investigación sobre la muerte de la estudiante realizada por la Oficina del Fiscal del Condado de Burlington, que incluyó una revisión de las cámaras de vigilancia de la escuela, determinó que ella estaba sola en el baño cuando ocurrió esta trágica acción”,
dijo la oficina a NJ.com.
Antes de quitarse la vida, la niña de 11 años había mandado múltiples correos electrónicos a la administración de la escuela.
Un mes antes de su muerte, Felicia propuso a los funcionarios de la escuela en un correo electrónico que lanzaran un “club de trauma“, que los estudiantes podrían usar como un espacio seguro para hablar sobre los factores estresantes, dijo LoAlbo en Facebook.
Ella citó el correo electrónico de su hija que decía: “Estaba viendo
Ella citó el correo electrónico de su hija que decía: “Estaba viendo la televisión y pensando en las cosas de mi vida que me sucedieron y se me ocurrió una gran idea. En lugar de un club de teatro, sería un club de trauma… Yo ayudaría y proporcionaría todo lo que pudiera”. Durante una reunión de la junta escolar del 15 de marzo, Seth Turner dijo que su hija era una amiga cercana de Felicia, una de las “niñas más brillantes que he conocido”, y que antes de su muerte, “mi hija me confió que Felicia estaba siendo intimidada por otros miembros de su clase.
Elaina, la madre de Felicia, dijo que “la administración de la escuela no escuchó las primeras 50 veces. Tal vez estén listos para escucharnos ahora. Este acoso tiene que parar. Tiene que haber consecuencias por sus acciones”… Este final trágico no tiene sentido y podría haberse evitado”, agregó. “La misión de mi vida ahora es asegurarme de que su legado [el de Felicia] perdure y que estas trágicas historias tengan una voz. Ningún padre o madre debería tener que recibir esa llamada”.