De acuerdo con informes de las autoridades tabasqueñas, la familia se quedó sin electricidad y, debido a las altas temperaturas de la región, decidieron guarecerse en su auto con el aire acondicionado encendido para mitigar el calor.
En algún momento de la noche, apuntan lugareños, el vehículo se apagó y la familia no se dio cuenta, lo que provocó que se quedaran sin oxígeno. Los vecinos encontraron los cuerpos sin vida en la mañana del 15 de junio.
Las víctimas fueron dos adultos, de 42 años aproximadamente; y una menor de cerca de ocho años de edad. En la vivienda de esta familia solo se quedó el perro, el cual fue auxiliado, ya que no tenía agua ni comida.
Según narraron habitantes de la zona, desde hace por lo menos ocho días, la ranchería se había quedado sin luz; y a pesar de los reportes a la CFE (Comisión Federal de Electricidad), el suministro no se reanudó de inmediato tras la quema de un transformador.
Una de las mujeres afectadas en la zona refirió al diario El Financiero que la muerte de dicha familia “se pudo haber evitado. Ellos se durmieron ahí porque no se aguanta el calor”; y agregó que de haber atendido el reporte ciudadano, “estarían todavía vivos”.
