Convertirse en millonario de un segundo a otro parece de película. Pero fue lo que le sucedió a Antonio Pereira do Nascimento, un taxista que quedó sorprendido cuando vio que le habían depositado por error casi 132 millones de reales, lo que equivale a unos 27 millones de dólares en la cuenta virtual de su banco.
Pereira do Nascimento es padre de cuatro hijos y abuelo de 14 nietos, no tiene ingresos fijos y trabaja como conductor de turismo en la ciudad de Palmas, informó a la televisión local.
Cuando repentinamente encontró una suma que lo convertía en millonario se pegó un gran susto, pero de inmediato estaba seguro de que era fruto de algún error.
En cuanto se percató de la diferencia en su saldo, no lo pensó dos veces y se puso en contacto con el banco para devolver el dinero.
«Nunca he visto un dinero así en mi vida y nunca podré conseguirlo en mi vida, solo si gano la (lotería) Mega-Sena, y yo no juego. Así que es difícil», declaró el hombre, que no tiene ingresos fijos y trabaja como conductor turístico.
Finalmente, el dinero fue devuelto y el saldo de la cuenta del taxista volvió a 227 reales (46,52 dólares), resultado de un arduo trabajo.
«No pensé ni por un segundo en hacer el mal, soy una persona muy honesta, solo quiero lo que es mío», indicó.
¿Qué dice la ley?
Lo que hizo el chofer de taxi tiene respaldo legal. Esto se debe a que cuando una persona recibe una cantidad en la cuenta por error, está obligada a devolver el dinero, difunde el sitio Globo.com.
“Tiene implicaciones legales tanto en lo penal como en lo civil, porque penalmente tenemos el tema del desfalco en el código penal y civilmente es enriquecimiento ilícito, porque estás usando dinero que no es tuyo, que no te pertenece», explica la abogada Paula Dângelo.
Y agrega: «Entonces, aunque estés contento con la situación, con la sorpresa, ocurrió un milagro, usar ese dinero es un delito”.
La noticia positiva es que la actitud de Antonio no resulta tan extraña. En las calles de Palmas mucha gente asegura que ellos harían lo mismo.
“Iba a devolver el dinero, me traería problemas después. Es mejor ser honesto que ser un ladrón”, comenta el cuidador de autos Nildo Ferreira.
La cronista Lindalva Soares revela que lo pensaría un poco, pero la actitud es la correcta. “Tenía dudas, sí, pero no tendría valor para quedarme con la suma. Si no fuera mío, lo devolvería”, afirma.
El auditor Pedro Paulo Camelo incluso bromea sobre la situación. “Celebré y luego lloré. No podemos dejar de hacer lo correcto. Buscaría la manera de devolvérselo a su legítimo dueño”, dice el informe reflejado en el portal brasileño.