Guaymas, Sonora.- La joven señora Vania Ojeda atraviesa por momentos de desesperación, luego de que su ex pareja le arrebatara a su hija y la ocultara; ella misma la localizó, pero ahora se enfrenta al procedimiento legal – lento y frío – para que la pequeña, de apenas tres años de edad, pueda regresar a sus brazos y recibir el calor maternal.
El calvario para Vania inició la tarde del 17 de septiembre cuando autorizó que Alejandro tuviera un momento de convivencia con la hija de ambos y que para ello pasara por la pequeña Karlha Viollet Rivera Ojeda a la guardería del CADI.
El acuerdo era que él pasara parte de la tarde con la niña y que a determinada hora se la regresara a la madre, pero violó dicho acuerdo y ya no volvió con la menor.
Desde ese momento, Vania Ojeda inició la búsqueda de su hija, ventiló el caso en redes sociales, acudió a medios de comunicación y exhibió fotos, pensando que su ex pareja se la pudiera haber llevado a Suaqui grande o Ciudad Obregón, toda vez que los padres de él y abuelos de la niña se lo negaban y decían desconocer al paradero de su hijo y la niña.
Finalmente fue la misma madre quien descubrió caminando por la calle, en la colonia Las Palmas, a Alejandro con la niña, por lo que al aproximarse, él tomó a la pequeña en brazos, se metió a una vivienda ajena y a través de los techos de varias casas llegó hasta la vivienda de sus padres, donde se encerró y ya no salió.
Vania tuvo un intercambio verbal con su ex pareja y le pidió que le regresara a la niña, pero él se negó.
El caso ya fue denunciado ante el Ministerio Público por sustracción de menor, se inició una carpeta de investigación, la cual fue turnada ante la Agencia Ministerial de Investigación Criminal, donde parece no avanzar con la prontitud que se quisiera.
Mientras tanto, la pequeña se encuentra en manos de su padre, solo que se ignora el tipo de atención que le brinda, mientras que Vania espera que le justicia llegue cuanto antes, y pueda de nuevo abrazar y besar a su pequeña Karlha Viollet.