Guaymas, Sonora.- La familia de Doña María Eugenia González, vecina de la colonia Adolfo de la Huerta, mejor conocida como Fátima, fue doblemente afectada: una por la naturaleza y la otra por los amantes de lo ajeno, que fríos ante el dolor ajeno se dedicaron a saquear su humilde vivienda.
A raíz de la presencia en esta región de la Depresión Tropical Sergio, Doña María Eugenia, de 72 años de edad, así como su esposo Enrique de 77 años, y su hijo discapacitado Miguel, de 36 años, tuvieron que salir de su casita, para irse a refugiar al albergue instalado en ese mismo sector de la ciudad, situación que aprovecharon los ladrones, que sin un ápice de calidad humana, violentaron la cerradura de la puerta principal y entraron a la casa, para así llevarse dos televisores, ropa diversa y hasta el estéreo que Miguel aún debe en un negocio de la localidad.
Cuando la familia regresó a su hogar se llevó la desagradable sorpresa de que habían sido víctimas de los amantes de lo ajeno, pero también la naturaleza les paso una terrible factura: un tronco de un frondoso árbol, situado en el patio en el terreno que habitan, cedió ante los fuertes vientos del fenómeno meteorológico y cayó justo sobre el techo de la vivienda, construido con base de madera y lamina de asbesto color ladrillo, para así dañarlo seriamente en su estructura.
Opinión Sonora hizo una transmisión directa sobre las condiciones de riesgo que estaba viviendo esta familia, por lo que al enterarse personal de Protección Civil y del Cuerpo de Bomberos de Guaymas encabezado por su comandante Luis Alberto Segura, atendieron de inmediato esta situación de emergencia e hicieron el retiro del tronco caído, para así desvanecer el riesgo latente y que el lugar fuera habitable.
