Ciudad de México.- Dentro de tantas notas sobre política y problemáticas nacionales e internacionales, el día de hoy se dio a conocer que un microbiólogo de origen mexicano podría ser acreedor al premio Nobel de Medicina.
Se trata de Alejandro Cabrera, de la comunidad e El Espinal, Oaxaca, y podría ser un mexicano que nos enorgullezca aún más como nación, pues sus contribuciones son impresionantes.
Para empezar, Alejandro Cabrera descubrió cómo prevenir infartos cardiacos y cerebrales, así como cómo mejorar la vida de quienes ya los han padecido.
El primer hallazgo del oaxaqueño fue romper con la creencia de que el ARN del núcleo de las células no solo contiene información genética, pues descubrió que este también puede transmitir patologías, y que –en resumen– es el responsable de los infartos.
Por si fuera poco, todo indica que identificó un tratamiento para evitarlos, el cual ya se está aplicando en la Facultad de Medicina de la Universidad de Justus-Liebig de Giessen, en Alemania, el cual consiste en hacer un patrón con un baumanómetro, el pequeño saco que se coloca en el brazo para inflarlo y tomar la presión.
¿Cómo? Cabrera indica que si al sentir un dolor de brazo antes del infarto, el baumanómetro se infla y desinfla algunos minutos cuatro veces seguidas, nuestro organismo se pondrá alerta y ‘dará la orden’ de comenzar a destruir las moléculas patológicas que producirán un infarto.
Su historia es un ejemplo, pues el oriundo de Oaxaca logró una beca en Rusia y se fue con apenas 120 dólares, perdió el vuelo y el cambio le costó 75, por lo que al final se fue del país con solo 45 dólares.
Estudió, y hoy en día la prueba está siendo patrocinada por la Von Behring-Röntgen-Foundation en Alemania, termina a finales de 2019 y hasta hoy ha logrado reducir el tamaño del infarto en hasta un 27 por ciento.
Visita nuestra galería de fotos de la conferencia, impartida por el Dr. Héctor Alejandro Cabrera Fuentes.https://t.co/CftXn63TBn pic.twitter.com/REQ5IvAlLL
— UTVCO (@utvco) September 26, 2016