Concepción, Chile.- Alvaro es un joven universitario que adoraba a su mascota, un perrito raza “Schnauzer”; llevó a Elvis a una peluquería canina, a un de que le hicieran un corte de pelo, pero al regresar más tarde sucedió algo que no podía creer, que lo dejó paralizado, sumido ente la depresión y el coraje: Se lo entregaron muerto.
Alvaro narra en su cuenta de Facebook que llevó a su fiel mascota a la estética canina “Pet Life”, a fin de que le hicieran un corte modernista “como a él le gustaba”, y le indicaron que pasara dos horas más tarde a recogerlo.
Cuando el estudiante regresó por su mascota, la encontró en una mesa metálica, sin vida, y le indicaron que repentinamente cayó fulminado; la tomó en sus brazos y llevó a Elvis a la Unidad Patológica de la Universidad de Concepción, donde al practicarle la autopsia de determinó que le habían aplicado indebidamente un relajante, para que se mantuviera quieto y poderle cortar el pelo.
La peluquería canina rechazó hacerse responsable de la muerte de Elvis y ahora asegura que su dueño autorizó verbalmente que se le aplicara el relajante.