Guaymas, Sonora.- Eran las cuatro de la tarde de este viernes cuando en el Hospital General de Guaymas el turno transcurría con tranquilidad, con las consultas habituales, la mayoría por enfermedades propias de la cambiante temperatura ambiental, pero de pronto llegan cuando menos dos sicarios e irrumpen el lugar con una misión: Rematar a un herido.
Se dijo que los pistoleros entraron justo donde está la caseta de vigilancia y la pasaron como si nada, a paso firme, decidido, por lo que el guardia intentó contenerlos, “no pueden pasar”, les dijo, para que solo recibiera como respuesta un “quítate a la v…”.
Los delincuentes – que traían pistolas ocultas entre sus ropas – luego entraron al área de Urgencias, preguntaron por el paciente Carlos, de 31 años de edad y residente de la colonia Pitic, quien la madrugada del miércoles había sido baleado en el glúteo izquierdo en la colonia San Vicente.
El guardia insistía en sacarlos, cuando los sicarios llegaron hasta el área de encamados varones y sin más dispararon sus armas contra es empalmense, que estaba en recuperación tras ser baleado cuando encaminada a una dama en la prolongación del bulevar Pedro G. Moreno, entre calles 8 y 9.
Carlos recibió cuatro impactos de proyectil disparado por arma de fuego, que le cortaron la vida, mientras que el paciente que estaba en la cama de un lado – cuyo nombre no fue revelado – recibió un balazo en el abdomen.
El guardia de seguridad, que buscaba cumplir con su deber, fue blanco de una fuerte impresión, al ver la masacre que se consumaba y el riesgo extremo a que se expuso; su organismo no resistió más y cayó desmayado, para así pasar a ser otro paciente más.
La persona que recibió el balazo en el abdomen fue ingresada de inmediato al quirófano para ser operada, mientras que el nosocomio se veía inundado por policías y militares, tanto en su interior como en el exterior, en busca de reestablecer el orden.
