Los Mochos, Sinaloa.- Víctor Manuel Chaparro Ceceña, de 24 años de edad, es un joven excepcional, “fuera de serie”, como dicen por ahí, que conmovido por la salud de su vecino, un día se decidió apoyarlo con algo inusual: Le regaló uno de sus riñones para que así fuera trasplantado y hoy pueda regresar a seguir disfrutando de su esposa, hijos y nietos.
Y es que lo común, o usual, es que la donación llegue de algún familiar o bien de alguna persona que pierde la vida, pero aquí fue muy diferente, pues con Víctor Manuel no existe liga alguna de parentesco con el receptor Antonio Jaime Ceballos Gutiérrez, de 59 años de edad, quien tan solo es su vecino.
Don Antonio Jaime es originario de un pueblito de Chihuahua pero que hace más de dos décadas se vio a vivir a Los Mochis; le detectaron diabetes, enfermedad que le afectó los riñones, a grado tal que desde hace tres años inicio con el tratamiento de hemodiálisis.
Pero su salud se iba deteriorando, hasta que un día llegó Víctor Manuel, aquel jovencito que conoció desde niño y que lo vio crecer, y que esa tarde le llevaba una noticia que le haría cambiar la vida: Se ofreció a regalarle uno de sus riñones.
Víctor Manuel Chaparro acudió al Hospital General de Zona (HGZ) número 49 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para someterse a estudios y resultó 99% compatible con su vecino Antonio Jaime, y el 9 de enero pasado se llevó a cabo el trasplante, con todo éxito.
Hoy don Antonio Jaime goza del beneficio de esta donación y disfruta a cada minuto con su familia, gracias a este gesto altruista de su vecino, un joven de enorme calidad humana.