Inglaterra.- Una niña inglesa de seis años sorprendió a su familia cuando apareció llena de puntitos rojos y argumentó tener mucha comezón.
Sin embargo, descubrieron que sólo fingió varicela para faltar a un examen en su escuela.
Cuando los papás de Lily la vieron llena de puntitos rojos, comenzaron a reírse.
La pequeña había pedido 10 minutos antes un marcador permanente rojo para “hacer su tarea”.
Decididos a seguirle el juego, Charlotte Schooley y su esposo le dijeron que tendría que ir al doctor, Lily se asustó e intentó borrarse la varicela pero ni ella ni sus padres pudieron borrar las marcas de su cuerpo y al final tuvieron que escribir una carta a sus maestros, explicando que no era real ni contagioso.
«Nunca había reído tanto en mi habitación. Ella tiene tanta imaginación. Ahora tenemos que quitarle todo el salpullido. ¡Ojalá que salga!”, escribió la mamá en Facebook.