Ciudad de México.- Un estudio realizado en la falla de San Andrés demostró una posible zona donde podría ocurrir el próximo sismo.
Los geólogos informaron que el miércoles 3 de abril dos sismos de baja magnitud se registraron en California, Estados Unidos, cerca de la falla de San Andrés.
Susanne Jänecke, geóloga de la Universidad Estatal de Utah, realizó una serie de investigaciones hace varios meses que indicaron que el siguiente sismo se produciría en el extremo sur que está actualmente cubierto de limo por una inundación en 1905.
Las indagaciones realizadas por los especialistas sugieren que en casi 25 kilómetros de longitud se encuentran dos fallas maestras casi paralelas y cientos más, de menor tamaño, cruzadas. Esta área se conoce como «Durmid Ladder».
El descubrimiento hizo notar a los investigadores que el extremo sur de la falla de San Andrés presenta alteraciones en el área sísmica de Brawley que se propagan hasta el noreste del mar de Salton.
Estos resultados fueron publicados por la Sociedad Geológica de América. Los investigadores a cargo de los mismos son Jänecke, Markowski, Patricia Persaud, de Louisiana State University, y Miles Kenney, de California Kenney GeoScience.
El efecto dominó es lo que, por ahora, preocupa a los geólogos, pues en caso de que hubiera un cambio en ese preciso lugar de la falla de San Andrés, se podrían producir varios sismos de baja magnitud que a su vez provocarían uno más fuerte.
La investigación concluyó que ‘Durmid Ladder’ aumenta el riesgo de rotura de la superficie en ‘Durmid Hill’, el área de mayor riesgo sísmico de Brawley. Por ello, la magnitud del terremoto sería mayor a la esperada en los últimos años.
Sin duda alguna, los terremotos son acontecimientos que nadie desea, pero son inevitables. Es cierto que ningún temblor puede predecirse con mucha anticipación, solo unos segundos antes de que suceda, pero los especialistas de este estudio afirman lo contrario.
