Ciudad Juárez.- El Registro Civil negó a un matrimonio homoparental, entre dos hombres, el registro y expedición del acta de nacimiento a su hija de seis días de nacida, lo que atenta contra el derecho a la identidad de la infante nacida en esta ciudad, denunció Nasho Díaz, coordinador del Movimiento de Integración de la Diversidad (MovID).
El impedimento legal, explicó Julio César Brito Saucedo, coordinador de Oficialías de Registro Civil en Ciudad Juárez, se debe a que en el estado de Chihuahua no está regulado el registro de hijos de padres homoparentales por lo que la pareja, casada legalmente, deberá recurrir al amparo de la justicia federal.
El activista social dijo que este es el primer caso de un hombre transgénero que se embarazó de su esposo y tras parir a su hija, se le niega a la niña el derecho de una identidad propia.
La falta del acta de nacimiento impide que el padre, afiliado al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), registre a su hija como derechohabiente y que su otro padre la pueda inscribir en las próximas semanas al Centro de Bienestar Infantil de la Universidad Autónoma de Ciudad donde es estudiante del programa de Enfermería.
Gerardo permaneció sentado con su pequeña hija en brazos. Su tez es muy pálida al padecer anemia luego de un parto natural complicado.
En el edificio gubernamental conocido popularmente como “Pueblito Mexicano” amamantar a la pequeña lo intimida, al asegurar que las miradas de las personas están muy lejos de la empatía al proceso natural de alimentación de un ser recién nacido.
Gerardo nació mujer y aceptarse varón fue difícil primero para él y después para su familia, que tardó un tiempo en entender su identidad de género, narró.
“Ha sido muy difícil mi vida, mi familia no lo quería aceptar, me decían que estaba mal, que tenía que ir con un sicólogo y yo me aferré, mi mamá vive en Estados Unidos y yo me rebelé e hice lo imposible por defender mi identidad”, confió el padre de familia de 26 años.
En agosto del 2017 inició un tratamiento hormonal para transformar su cuerpo acorde a su identidad de género, pero lo dejó en marzo del 2018 tras permanecer una semana en coma.
“Casi muero, tuve que suspender el tratamiento”, recordó.
En ese entonces y con apenas 48 kilos de peso, Gerardo empezó a buscar empleo; fue en una entrevista de trabajo como conoció a Irving, un hombre del que se enamoró a las pocas semanas de conocerse.
“Cuando lo conocí en el trabajo fuimos uno para el otro y nos casamos, él me aceptó tal y como soy”, comentó sonriente.
Ahora las familias de ambos los apoyan y están de acuerdo en que vivan su vida.
Gerardo actualmente estudia Enfermería en la UACJ, en donde –dijo- ha sido víctima de discriminación al grado que son muy pocos sus amigos, pues padece el rechazo de sus compañeras y compañeros, lo que se acrecentó durante su embarazo.
La discriminación, expuso, ahora también lo padece su hija que nació el sábado 13 de abril en el Femap.
“El Registro Civil niega el registro de mi hija que es biológico sólo por el hecho de que sus padres son dos varones, nos dicen que eso no está aceptado en el estado de Chihuahua”, denunció.
Inicialmente la pareja contrajo nupcias como hombre y mujer, posteriormente Gerardo logró su reconocimiento legal como hombre y en el acta de matrimonio se hicieron las modificaciones correspondientes acorde al cambio de identidad legal.
“Nosotros estamos casados legalmente como hombres en el estado de Chihuahua”, intervino Irving
“Vamos a demandar al Registro Civil para que fundamente las razones de la negativa y un juzgado determinará si procede o no nuestra demanda y de no proceder vamos a ampararnos”, aseguró el padre.
Para él, el Registro Civil discrimina a la persona que difiere del sexo que se le asignó al nacer y en especial se violenta el derecho al libre desarrollo de la personalidad de su pareja.
“Ya nos había comentado la juez que hizo los cambios de nuestra acta de matrimonio que iba a ser complejo, legalmente, el registrar a la niña. Ella vio a embarazado a Gerardo”.
Sin embargo, la misma servidora pública les explicó a ambos que no debería de haber gran problema, pues la ley privilegia los derechos de las niñas, niños y adolescentes y su derecho a la identidad está ante todo”, planteó.
“Buscamos que se nos respete. Que a las personas diferentes se les haga valer sus derechos. El matrimonio es una institución seria para nosotros, por eso nos casamos para que nuestros hijos nazcan dentro de un matrimonio legal y estable”, expuso Irving.
El activista social dijo que notificaron ante el juez su deseo de registra a su hija con fundamento en el artículo Octavo Constitucional y que de negar este registro fundamente el motivo.