Estados Unidos.- Una pequeña de 10 años falleció tras subir a un tobogán de 270 pies. La niña había esperado 2 años para poder subirse a la atracción de un parque acuático, ya que no contaba con la altura necesaria.
Los médicos han informado que la emoción de la caída libre llevó a su corazón a un ritmo anormal, lo cual le provocó un paro cardiaco.
También agregaron que la niña sufría del síndrome del QT largo, que es una anormalidad estructural en los canales de potasio y sodio del corazón, y es una condición hereditaria, la cual afecta a una persona por cada 2000.
La familia de la pequeña desconocía que sufría de ese síndrome. Ya que la niña era gimnasta y no mostraba señales de que algo ocurría en su corazón.
La madre de la pequeña recomienda que los padres le hagan exámenes a sus hijos, ya que muchas enfermedades son muy difíciles de detectar.