Culiacán, Sinaloa.- A pesar de que las autoridades por medio de campañas invitan a la ciudadanía a quedarse en casa debido a la pandemia que se está sufriendo, civiles hacen caso omiso, ya que dos jóvenes hermanos residentes de Mexicali, BC, que arribaron a la capital sinaloense, perdieron la vida la tarde del sábado al ahogarse en el río Culiacán, en las inmediaciones de Aguaruto y La Higuerita, perteneciente a la sindicatura de Culiacancito.
Los infortunados jóvenes fueron identificados como Jesús, de 18 años, y Andrey Adolfo N., de 17 años.
Según versiones de familiares, los jóvenes llegaron de vacaciones con su abuela al poblado La Higuerita, en compañía de una prima y un primo, ambos menores de edad, decidieron ir a bañarse al río, por lo que pedalearon sus bicicletas hasta llegar al afluente, para después introducirse a las aguas turbias y con corriente. Encontraron un lugar para echarse clavados y se aventaron los dos hermanos juntos, lugar del que ya no salieron a flote.
La prima de 14 años rápido pidió ayuda a un adulto que pasaba por el lugar. El hombre, sin pensarlo, marcó el número de emergencias 9-1-1 solicitando la ayuda.
Personal de C4 notificó vía radio a las autoridades adscritas a Culiacancito, donde pusieron como referencias las cribas de Aguaruto. Al lugar se trasladaron agentes de Vialidad y municipales, quienes al arribar al lugar de los hechos confirmaron la denuncia, por lo que solicitaron el apoyo de rescatistas para localizar los cuerpos.
Después de varios kilómetros recorridos de carretera y de terracería, los cuerpos de rescate se presentaron en el lugar a bordo de sus unidades oficiales. Después de cuestionar a la menor para que les señalara arrojando una piedra dónde se sumergieron sus primos, se pusieron sus equipos de buzo para introducirse al agua. En un lapso de 20 minutos de rastreo, los hermanos fueron localizados y sujetados a una cuerda a tierra firme.
Los uniformados, al corroborar el deceso de los jóvenes, solicitaron la presencia de personal de la Fiscalía General del Estado para que se encargaran de los trámites correspondientes.
Después de un lapso aproximado de una hora y media de ser solicitados, los peritos se presentaron al lugar. Tras solicitar los datos del primer respondiente, se introdujeron al área que aseguraron los preventivos, donde tomaron fotos de diferentes ángulos y de los cuerpos, que aún estaban entre el agua sujetados con una soga.
Debido a que presuntamente no fue un hecho violento, no se marcaron indicios. Al terminar con las diligencias, los peritos e investigadores ordenaron retirar los cuerpos del agua, para después subirlos a una pánel oficial del Semefo y trasladarlos al anfiteatro, donde se les practicarían las pruebas reglamentarias, para después entregarlos a sus familiares.