Caborca, Sonora.- En esta ciudad del Norte del Estado, conocida como La Perla del Desierto, ayer se suscitó un caso que a muchos causó pánico y huyeron apresuradamente, pero los despachadores de una gasolinera Chevron actuaron conforme a la capacitación que recibieron y así evitaron un incendio de grandes proporciones.
Resulta que la tarde de ayer arribó un cliente a esta estación de servicio, a bordo de un pick-up de la marca Ford.
Solicitó que le abastecieran de gasolina, pero cuando buscaba retirarse, de pronto surgieron las llamas desde la parte baja de la cabina.
Uno de los despachadores corrió a tomar el equipo extintor, en tanto otro oprimió el botón de emergencia que cierra herméticamente los depósitos subterráneos de combustible y dos más empujaron la unidad en llamas fuera del área de bombas.
Con el uso del extinguidor se apagó el voraz elemento, que pudo haber cobrado grandes e incontrolables proporciones, de no haber sido por la pronta y decidida intervención de los despachadores de esta estación de servicio de la marca Chevron.