Empalme, Sonora.- Luis Enrique, vecino de la colonia Ronaldo Camacho Durán, regresaba de un mandado a su hogar, a bordo de su bicicleta, la tarde del 30 de agosto, sin imaginarse lo que el destino le tenía deparado: Un irresponsable conductor no hizo el alto obligatorio y lo embistió, para luego darse a la fuga sin prestarle auxilio.
Hoy su vida cambió radicalmente, se encuentra ocupando la cama 117 del Hospital del Seguro Social en Guaymas, tiene fracturadas una rodilla y una mano, además de diversas contusiones y laceraciones.
Desde ese día no ha podido ver, ni abrazar a sus hijos, ha permanecido hospitalizado y ellos no tienen acceso, solo su esposa Velia, que nos escribe así:
“Con el corazón hecho pedazos con una gran tristeza, con una impotencia tan inmensa, te pregunto a ti: La persona que iba detrás de ese volante, ¿has podido dormir tranquilo? ¿Has podido mover todas las partes de tu cuerpo sin ayuda y sin dolor? ¿Has podido abrazar a tus hijos? ¿Has podido ir a trabajar? ¿Llevar tu día normal?”.
“En cambio, mis hijos no dejan de extrañar a mi esposo, llorar porque no está con ellos, sin saber que cuando él regrese aun no los
podrá abrazar o cargar, mi esposo no pasa un segundo sin quejarse del dolor, con su cuerpo inmóvil, con una depresión que ya no aguanta en el alma, con una tristeza que no se va a calmar, porque su futuro aún es incierto, pero para ti fue lo mejor haberte ido”.
“Pero el haberte ido no te quita las responsabilidades, menos ante los ojos de Dios, que hay una justicia divina que es tan justa y de esa nadie se escapa, nos arrancaste muchas cosas, pero lo más importante aún lo tenemos con nosotros, es que a pesar de todo siempre vamos a ser una familia y confío en Dios que se va hacer justicia”.
Luego relata que “el día domingo a las 11:20 de la noche mi esposo se dirigía a la casa de mi madre a entregarle unas llaves que habían quedado olvidadas en mi bolsa, él se transportaba en una bicicleta llegó y entregó las llaves, todo fue en cuestión de minutos cuando él salió, tomó la bicicleta y empezó a pedalear, el carro venía a exceso de velocidad, pasándose un alto que está justo en la esquina frente al kínder, no le dio oportunidad de reaccionar, prácticamente ya lo tenía encima cuando lo vio”.
“Todo pasó muy de prisa, el impacto que tuvo el carro hacia él fue tan fuerte que le provocó quedar inconsciente y así no darse cuenta más de nada; personas que estaban justo en el momento observaron cuando la
persona de aspecto un poco bajo y robusto descendía para observar a mi esposo decir algunas palabras, juntar su defensa que por el impacto quedo tirada, y fue en ese momento cuando la recogió, cuando salió mi madre que de momento pensó que esa persona iba a auxiliar a mi esposo, mas no fue así, solo descendió para tomar la defensa y luego huir”.
Es un Ford “Ranger”, de color azul, modelo 2000, llantas taconudas, “así que les pedimos nos ayuden dar con el paradero de esta persona”.
