Inglaterra.- Lucy Ogilvie, una madre londinense de 40 años, falleció el pasado mes de septiembre por las complicaciones de un cáncer de intestino que le diagnosticaron en mayo de 2019, cuando la enfermedad ya se encontraba en fase cuatro. Si embargo, durante los cuatro años anteriores, los médicos le dijeron que solo padecía hemorroides, informa The Daily Mirror.
Cuando la enfermedad ya se había expandido a otros órganos, su hígado se inflamó tanto que parecía que estaba embarazada, señaló el medio británico.
«En los días previos [a su muerte] hubo varias complicaciones, como presión sanguínea baja y fallo del hígado, entre otras, que, finalmente, condujeron a la pérdida de conciencia. Sencillamente, su cuerpo no pudo superar los golpes constantes», comentó el marido de Ogilvie, Iain, en su página de GoFundMe.
«Solo unas hemorroides»
Lucy Ogilvie había comentado al medio británico que acudió a su médico general durante cuatro años para contarle sus problemas de salud. «Tuve sangre en mis heces, pero cada vez me decían que eran solo unas hemorroides», recordaba la mujer.
«O bien los médicos generales no creen absolutamente que las personas jóvenes pueden padecerlo, o hay algo relacionado con los costes, porque parece sencillamente tonto no dejar a la gente que se haga pruebas en el momento adecuado», se lamentaba Ogilvie. Asimismo, instaba a los doctores a «mantenerse al día», ya que una proporción cada vez mayor de jóvenes son diagnosticados con cáncer de intestino en los años recientes.
En determinado momento, Ogilvie notó una hinchazón y un dolor severos en la parte inferior del abdomen y, tras someterse a varias pruebas, los médicos le detectaron un tumor. Ogilvie decidió luchar contra la enfermedad e inició una campaña para recaudar dinero para el tratamiento. Sin embargo, en agosto de este año, los doctores estimaron que no sobreviviría hasta 2021.