Ante la muerte violenta de un infante, en la comunidad impera la indignación y el duelo.
En la Fiscalía de Sonora trabajamos para lograr un castigo ejemplar para el probable responsable de privar de la vida al pequeño Alan, de dos años de edad, quien ya está detenido. El gran reto social es evitar que estas historias de dolor se repitan.
Aunque nunca se formalizó denuncia ante la Fiscalía de Justicia, las primeras entrevistas arrojan que el niño sufría violencia familiar, pues el padrastro era intolerante al escuchar el llanto del bebé.
La causa de muerte es politraumatismo y asfixia por sofocación; se destaca que el cuerpo muestra lesiones recientes y antiguas, por lo tanto, se determina que presenta el síndrome del niño maltratado.
La Fiscalía trabaja en la integración de indicios, dictámenes y datos de prueba que lleven al Juez a aplicar todo el rigor de la Ley, sin embargo, el llamado es puntual: si te desesperas o irritas al escuchar el llanto de una niña o niño, ¡Para!, puedes cometer un acto de violencia y lesionar a quien más debemos proteger… Sal a caminar, respira profundo y pide ayuda a una persona especialista en psicología, o en salud mental, ¡hay delitos que podemos evitar!
Si eres familiar, vecino o amistad de un lugar donde se advierta violencia y en especial en perjuicio de niños y niñas, la denuncia es obligada, para ello está la alternativa de marcar al 911.
¡Sólo puede preciarse de justa, aquella sociedad que cuida, protege y garantiza la seguridad de las y los niños!
La única forma de honrar a Alan, es evitar que
Vuelva a ocurrir y este es un trabajo conjunto, en nuestra sociedad.