Cinco sacerdotes de Culiacán, Sinaloa, fueron separados de sus funciones religiosas a fin de poder ser investigados por las autoridades, debido a que estén acusados de abusos sexuales tanto en hombres como en mujeres.
La información de los hechos refiere que estos sacerdotes realizaron tocamientos, acoso e incluso violaciones, entre otras agresiones, a los adolescentes con problemas familiares que acudían a ellos en grupo denominado “Arcoiris”.
Las primeras denuncias mencionan que estos sujetos decían a sus víctimas que los abusos que ejercían sobre ellos eran “decisiones divinas”.
El primer sacerdote acusado fue identificado como Cristian Emmanuel, quien se burló de sus denunciantes diciendo que la querella “debía ser de hechos recientes, porque antes ya había sido denunciado, y lo que hicieron fue darle terapia”.
Después las acusaciones fueron contra los sacerdotes Óscar Daniel, Antonio, José Luis y Petronilo Tolentino, todos del movimiento “Arcoiris”, pero a pesar de las afirmaciones del primero, la diócesis de Sinaloa decidió separarlos de sus funciones clericales para que sean procesados por las autoridades.
