Muenster, Alemania.- Por motivos hasta ahora no establecidos, el tripulante de una camioneta arrolló a la multitud que se encontraba congregada en el famoso bar Kiepenkerl, causó la muerte de tres personas, heridas a 20 más, seis de ellos muy graves, y luego el multihomicida se suicidó de un balazo en la cabeza.
El ataque se consumó este sábado y causó onda consternación en la sociedad, que condenó estos hechos y exigieron a las autoridades el total esclarecimiento de los mismos.
De acuerdo a versiones recabadas por la policía, la camioneta se aproximó a gran velocidad y al llegar frente al bar Kiepenkerl su conductor viró hacia donde estaba la multitud, para así arrollar a decenas de personas; al detener la marcha, el conductor se suicidó.
El lugar se vio atestado de ambulancias, cuyos ocupantes se encargaron de atender a los heridos y trasladarlos a diversos hospitales.
