Guaymas, Sonora.- Adán Romero, operador de un autobús del servicio urbano, ruta “Guaymas Norte”, acudió a la redacción de OPINION SONORA para hacer pública su inconformidad por el actuar de elementos de Tránsito Municipal y del Juzgado Calificador, que por un incidente lo privaron de su libertad el día de ayer.
El trabajador del volante nos explica que “ayer a las nueve de la mañana tuve un accidente en el camión, ya que le agarré la mano a una señora con la puerta de enfrente, ya que iba demasiado llena la unidad; me ofrecí a llevarla al seguro, ya que nosotros tenemos el seguro Quálitas, que cubre eso”.
Agrega que la señora se negó a que la llevara o le hablara a la ambulancia, “al contrario, me dijo muchas groserías, seguí mi ruta, y a las 10 de la mañana fui alcanzado por la unidad de Transito 166, y los oficiales me dinero que terminara la ruta”.
Dijo que frente a Tufesa hizo parada y se subió un pasajero, lo que molestó a los oficiales, y de ahí siguió hasta la plaza Tres Presidentes, donde se bajó el último usuario, para luego dirigirse a la Jefatura de Policía y Tránsito.
Explicó que creyó que ahí se ventilaría la situación, pero lo llevaron directamente con el juez calificador y con el coordinador de esa oficina, donde le tomaron una foto y luego le ordenaron que se quitara las agujetas de sus zapatos, el cinto, “todo, porque vas para adentro”, sin la menor explicación.
“Pregunte que si cuál era el motivo, y me dice que por poner el riego de la pasajera y por subir la persona en Tufesa, sabiendo que iba ya como calidad de detenido con la unidad de Tránsito escoltando”.
Y añade: “Me metieron a la celda sin decirme cuánto era la fianza, hasta al rato que me hizo el favor un oficial de la Policía y la cantidad que me pedían era de 5 mil pesos; después llegó el ajustador de Quálitas a hacerse cargo de la señora, lo cual el juez y tránsitos le dijeron que todo estaba solucionado, entonces si no le causé ningún daño a la señora, ¿por qué querían 5 mil o 36 horas de encierro?”, se pregunta.
Dijo asimismo que tras 11 horas de encierro, entre cucarachas y otras suciedades, a las 9 de la noche “el juez en turno me soltó con mil 200 pesos, pero cuando iba por los Bomberos, mandó dos policías por mí y me volvieron a meter a la celda y me dijo el juez que siempre no, porque su coordinador quería dos mil pesos; seguí encerrado una hora más hasta que mi familia consiguió el resto del dinero”.
Por último, dijo que acudió a solicitar el recibo oficial y me dice “vete o te encierro otra vez; voy a proceder legalmente sobre los jueces y tránsitos, porque todo fue planeado, pues saben que los operadores del transporte urbano ganamos bien”.
El afectado acudió este día a Palacio Municipal a formular la queja oficial sobre estos hechos, que considera irregulares.