Guaymas, Sonora.- El caso de Jesús Adrián, un jovencito que la noche de ayer fuera detenido por elementos de la Policía Municipal, es el vivo caso que viven muchos niños del sector Guaymas Norte, que han caído presa de los vicios del alcohol y las drogas, están desubicados y llegan hasta hacerse daño en su integridad física (cutting).
Este niño, de solo 13 años de edad y residente del fraccionamiento Misioneros, es uno de numerosos casos similares que han llegado a manos de la Unidad Especializada para la Atención de Violencia Intrafamiliar (UNEPAVIF) y que están desahogándose en la Subprocuraduría de la Defensa del Menor y la Familia.
Jesús Adrián fue detenido por elementos de la Policía Municipal cuando entró a las instalaciones de la Escuela Primaria “Antonio Montes García”; se creía que iba a consumar algún robo, pero su verdadera intención era dormir, descansar un poco fuera del peligro que significa – al menos para él – deambular en las calles.
Los gendarmes lo notaron hablando incoherencias, evidentemente bajo los efectos de las bebidas embriagantes o buen de algún estimulante, además de encontrarle viejas heridas en brazos y antebrazos, así como en el cuello, que presumen se las causó el mismo, un auto-flagelo para causarse dolor.
Ante ello, Jesús Adrián, conocido como “El Parker” – quien dijo haber sido atacado un día antes por un “cholo” – fue presentado en el Juzgado Calificador y de ahí puesto bajo resguardo en un sitio especial del Centro de Detención Municipal, a disposición de la Subprocuraduría de la Defensa del Menor y la Familia, por ser un caso de conducta antisocial.
Elementos de la UNEPAVIF comentaron que así como el caso de Jesús Adrián, un alto número de menores se encuentran en condiciones similares, dado a que sus familias no los atienden como es debido y de esta manera se convierten en blanco fácil de las adicciones.