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A 10 AÑOS DE LA TRAGEDIA: 49 tumbas, padres devastados y ningún culpable

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Hermosillo, Sonora.- Hoy 5 de junio se cumplen diez años del incendio de la Guardería ABC en esta capital, en donde fallecieron 49 niños y quedaron lesionados 70… Diez años de lucha en búsqueda de justicia, ya que supuestamente se les aseguró a los deudos que se investigaría y les daría la tranquilidad para que esas muertes no quedarán impunes.

Una década, diez aniversarios, cero justicia y mucha impunidad, acusan los padres y madres de los bebés. Cuarenta y nueve tumbas por las que nadie pagó. Un Gobernador que luego de obtener el triunfo, cuando las encuestas anteriores a ese día le daban la gubernatura a su contrincante, no sólo se olvidó de su promesa, sino que fue totalmente indiferente al dolor y la exigencia de los familiares de las víctimas del voraz siniestro.

Abraham Fraijo Razcón, padre de la niña Emilia, muerta en el incendio de la Guardería ABC, recuerda que Guillermo Padrés Elías, Gobernador de Sonora, los recibió sólo una vez luego de ganar la gubernatura.

En aquella reunión estuvieron varios padres y madres de los bebés y el mandatario estatal les informó que no podía destituir de su cargo al entonces procurador estatal de Justicia de la administración priista de Eduardo Bours Castelo, como lo prometió.

“En la única reunión que tuvo con los padres en toda su administración, Padrés nos dijo que él [el Procurador] era el que mejor conocía cómo se movía el narco en Sonora, que por eso no podía hacer el cambio tan drástico en ese tema. Había en esa reunión varios padres y madres. Nunca se me va a olvidar, porque fue la única”, dice Abraham Fraijo Razcón, padre de la niña Emilia, muerta en el incendio del 5 de junio de 2009.

Después sólo hubo una total indiferencia de parte del Padrés Elías alrededor del caso. Un silencio total.

“Dijeras tuvimos una negativa, no sé, un desdén, no. Como respuesta tuvimos una completa y total indiferencia, ni respuesta ni sí ni no, ni tocó el tema en seis años. Está a punto de irse y no ha dicho nada en el tema de la Guardería ABC”, afirma.

El Procurador de Sonora que llevó el caso ABC se mantuvo en el cargo desde diciembre de 2004 a enero de 2012, cuando renunció al cargo para lanzarse por una diputación local, la cual ganó.

Es decir, Padrés Elías lo sostuvo casi tres años. La mitad de su administración.

Los padres de los niños acusan a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), durante el mandato de Bours Castelo, de entorpecer las investigaciones que en un principio, estuvieron en sus manos, antes de ser atraídas por la Procuraduría General de la República (PGR).

Fraijo indica que el ex Procurador tomó el caso el 9 de junio de 2009, cuatro días después de la tragedia.

Gracias a las primeras pesquisas, los dueños de la Guardería ABC pagaron una fianza de 2 mil 600 pesos y quedaron en total libertad.

“Dos mil seiscientos pesos costó la vida de 49 bebés y las lesiones de 70. Eso dieron como garantía de reparación del daño. Eso ocurrió por cómo se llevaron las investigaciones”, recuerda.

LA TRAGEDIA 

Eran las 14:45 horas de aquel 5 de junio y la ciudad de Hermosillo se paralizó. Una guardería del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se incendiaba con más de 120 bebés en su interior.

El lugar era un galerón acondicionado como guardería. Tenía en el techo una lona, que al incendiarse despidió un humo tóxico que mató a decenas de bebés. Tampoco tenía salidas de emergencia.

Un vecino del lugar, Francisco Manuel López es recordado porque golpeó ocho veces las paredes de concreto con su camioneta, hasta abrir tres boquetes que permitieron la entrada de los rescatistas. Gracias a esa maniobra, lograron sacar con vida a varios niños.

NO TODOS TUVIERON SUERTE

A las 15:00 horas se desconocía la magnitud del siniestro. Los madres de los niños llegaban desesperadas a preguntar por sus hijos. No los encontraban.

Algunos estaban resguardados en las viviendas aledañas a la guardería, con quemaduras leves. Pero la mayoría eran trasladados a varios hospitales. Las madres y los padres peregrinaron de un nosocomio a otro durante la tarde. Algunos con éxito y otros sin respuestas.

Julio César Márquez, padre del pequeño Julio César “Yeyé”, recuerda que cuando llegó al lugar el panorama era desolador.

“Ya no encontramos nada, nos dijeron que los niños que habían sacado estaban en una de las casas de enfrente, lo fuimos a buscar y no estaba. Hoy con el tiempo me doy cuenta que mi hijo murió adentro o afuera unos minutos después de sacarlo”, comenta Julio.

Lo que vivieron después, en aquella tarde, fue dolor y angustia. Los papás de “Yeyé” buscaron por horas en los hospitales de Hermosillo sin éxito.

A las doce de la noche, Julio encontró a su pequeño sin vida y la noticia cimbró a la familia.

El mismo Eduardo Bours Castelo, Gobernador saliente durante el año de la tragedia, reconoció en conferencia de prensa, luego de conocer los resultados de las elecciones, que el incendio de la guardería incidió en la decisión final de los sonorenses.

Sonora, adolorido por la pérdida, decidió en las urnas.

“Guillermo Padrés es un Gobernador circunstancial. Él tomó la bandera de la guardería y dijo que se haría justicia”, dice José Francisco García.

Un día después de que ganó las elecciones a Gobernador, Padrés Elías prometió justicia para el caso de la guardería y al inicio de su sexenio asumió compromisos parciales que a la fecha no cumplió.

Por ejemplo, prometió expropiar las bodegas de la Secretaría de Hacienda y de la Guardería ABC para que se construyera allí un memorial, en cuanto se terminara el proceso penal. A la fecha los padres del Movimiento 5 de Junio no tienen documento alguno en donde se avale que ya se hizo esa expropiación o cuál es el plan de construcción de la obra.

“Solamente un año o dos se hizo ceremonia oficial del ‘5 de Junio’ en una de las explanadas de las oficinas de gobierno, y después fue algo que ignoraron y ya nunca se hizo, quizá porque los incomodó que un compañero padre dijera que en la ceremonia el Gobernador estaba rodeado de criminales, de personas que de alguna forma tenían que ver indirectamente con la impunidad y la negativa a la justicia”, expone José Francisco Quintana.

En su búsqueda de la verdad los padres han trabajado con Organizaciones no Gubernamentales enfocadas a la infancia a las que se han acercado principalmente para sumar esfuerzos para que más estados se sumen a la Ley 5 de Junio.

Al ser cuestionados sobre si en estos seis años recibieron apoyo de integrantes de los partidos políticos José Francisco García explica que la mayoría de la calase política se ha acercado a ellos para aumentar su propia imagen y su capital político.

“Con los partidos políticos se acudió desde el principio más que nada con el Senado, como Cámara de origen de la Ley 5 de Junio, pero principalmente para exigirles que hagan su trabajo como servidores públicos”, dice.

Sin embargo, la mayoría de los diputados y senadores solo han usado la causa de la Guardería ABC como “bandera política” y se ha olvidado del tema en cuanto se tiene que separar del cargo para lanzarse de candidatos a fin de buscar un nuevo puesto en la administración pública, agrega.

UN CASO REPRIMIDO EN SONORA

José Francisco explica que desde el principio, el caso de la Guardería ABC fue llevado para garantizar impunidad a los involucrados. La procuraduría de Eduardo Bours “hizo lo más importante para hacer más enredoso el proceso. Una mala investigación que encubrió a todos”.

La Procuraduría General de Justicia hizo el primer peritaje. A los dueños de la guardería, agrega, nunca se les abrió una investigación en Sonora, ni se les levantó cargos por el incendio.

En Sonora, dicen los padres de los bebés, no tuvieron apoyo ni del Gobernador Padrés, ni de los ayuntamientos de Hermosillo, en donde organizan desde el 5 de junio marchas y vigilias en cada aniversario.

La tragedia de Hermosillo recorrió el mundo y el periodista y realizador Pedro Ultreres –creador del conocido documental La Bestia que presenta la ruta de la muerte que tiene que recorrer el migrante centroamericano a través de las vías del tren– se interesó en el caso ABC y decidió mudarse de Nueva York a Hermosillo para llevar a la pantalla la historia de aquellos niños.

El periodista costeó de su bolsillo la producción y se enfrentó a la falta de recursos en un primero momento, situación que sorteó gracias a los apoyos en especie que recibió para permanecer en Hermosillo durante seis meses y después para la edición del documental.

Pero no fue la situación económica su mayor obstáculo. Pedro Ultreres fue intimidado por autoridades municipales a través de mensajes anónimos en Hermosillo.

“La policía trató de sacarme en un par de ocasiones cuando estuve filmando afuera de la guardería. Me decían que no tenía derecho de estar ahí ‘tenemos órdenes expresas de nuestro jefe de que te saquemos de aquí’, me decían y uno de los policías me dijo: ‘si se dan cuenta los medios locales que un periodista de Nueva York viene a moverle a lo de la guardería se va armar otra vez el escándalo y lo que queremos es que se olvide’ y a mí me molestó muchísimo”, narró Ultreres.

En otra ocasión, el periodista fue intimidado a través de notas que le dejaron en su vehículo con la advertencia: “Mucho cuidado con lo que haces, sabemos dónde estás”, reveló.

“Había una camioneta de color blanco que me seguía constantemente. Al principio sentí mucho miedo y traté de cambiarme de casa o auto por dos o tres días, pero me di cuenta que realmente no querían matarme, que querían intimidarme, porque Hermosillo es pequeño, todos sabían mi ubicación”, dijo.

Pedro decidió quedarse y continuar. Su trabajo se plasmó en una cinta de hora y media de duración que cuenta la tragedia de los 49 niños muertos a través de dos historias.

El documental se estrenó el 12 de noviembre de 2012 en el Festival de Cine de Manhattan, donde obtuvo un reconocimiento por difundir la justicia social.

La realización fue presentada por primera vez en México el 19 de mayo de 2013, primero a la prensa nacional en el Museo Memoria y Tolerancia y más tarde en una exclusiva función para invitados especiales en la Cineteca Nacional.

A pesar de que Pedro envió la cinta a diversos festivales de cine mexicanos, como el de Morelia y el de Guadalajara, no fue aceptado.

“En ningún festival nacional fue aceptado. Lo enviamos a Morelia, Guadalajara y a los festivales de Sonora; uno de Hermosillo y otro de Álamos. Simplemente en la lista de la selecciones no decían nada”, finalizó.