Hermosillo, Sonora.- Martín es el claro ejemplo de padre responsable, entregado y dispuesto a luchar contra las adversidades de la vida para sacar adelante a su hijo, un pequeño de once años de edad, un niño especial que lo adora y que requiere de toda su atención, solo vive para él, y hasta lo prepara para lo que viene.
Martín es albañil y cuida de su hijo José Juan, que está por cumplir once años, lo tiene a su cargo desde hace más de siete años, en una tarea que para él es la más importante de su vida: Ser su papá.
Se hizo cargo de él desde los tres años, tras separarse de su madre.
Al ser cuestionado de cómo lo hace para salir adelante, contesta: “Pues trabajando, no me queda de otra, pagando para que me lo cuiden, ya tengo siete años con él, ahí la llevo, primero lo llevaba a la Guardería de Sedesol, como papá solo, ya después buscaré una escuela de paga, por medio de becas, estuvo en el Instituto Yaans de educación especial, pero es muy caro, lo tuve que sacar, y ya después lo traje a Capuna, que es donde me han apoyado”.
Agrega que “ya me impuse, es cansado, más en este tiempo, pero cuando llego a casa tengo que lavar su uniforme, hacer tareas, jugar con él, hacerle cena y bañarlo y a dormir; a la mejor no todos los papás somos iguales, pero a mí no se me hizo cosa de otro mundo; en lo que sí no le he cumplido es tenerle una casa, actualmente rento una”.
Pero firme dice: “Es mi hijo y además es un niño especial, que necesita el trabajo doble; en la mañana voy y lo dejo en la escuela a las ocho, regreso por él a las doce, donde ande trabajando, y de ahí lo llevo a la calle General Piña final, con una señora que me lo cuida, y hasta las cuatro y media paso por él y de ahí a la casa”.
“Me falta mucho (trabajo) con él para que sean independiente, porque cuando yo no esté, qué va a ser de él, yo ya tengo 53 años… Somos muy unidos los dos”.
Martín llevaba al pequeño a terapias al CRIT, pero tuvo que suspenderlas porque no tuvo para cubrir su importe, pero asegura que trabaja para darle una vida cómoda, “que no sufra como otros niños, que no tienen a nadie que se ocupe de ellos”.
Don Martín es un padre, pero qué padre…
