Buenos Aires, Argentina.- Ese día Federico Luis Acosta se levantó con el pie izquierdo, todo le salió pésimo, tal mal que durante el asalto a mano armada en una tienda de auto-servicio de la provincia de Tucumán, terminó por pegarse un balazo de manera accidental, que le ocasionó que muriera más tarde en un hospital.
La acción delictiva quedó grabada en la cámara de vigilancia del negocio, donde se aprecia la llegada del delincuente, cuando encañona al empleado de la caja y lo obliga a entregarle el dinero de la caja registradora, mismo que guarda en un bolso.
Cuando estaba a punto de salir del negocio, entró de improviso un cliente y lo vio con el arma en la mano, por lo que el asaltante se puso nervioso y lo obligó a colocarse retirado de él, para luego disponerse a salir del local.
Pero al momento de intentar fajarse el arma revólver, calibre 38 Especial, ésta se le dispara de manera accidental y se hiere; sale caminando lento del local y aborda una motocicleta, en la que se da a la fuga, pero dos cuadras más adelante lo intercepta la policía, que lo conduce a un hospital, donde más tarde dejó de existir.
Se dijo que el delincuente se desangró al perforarse la arteria femoral con el proyectil.