Puerto Rico.- Una bebé de dos años murió de manera trágica cuando cayó de la ventana del piso 11 de un crucero aparcado en San Juan, Puerto Rico.
Se trata de la pequeña Chole Wiegand, quien se encontraba con sus padres y abuelos por el Caribe en un crucero de Royal Caribbean, llamado «Freedom of the Seas».
Mientras la embarcación estaba atracada en San Juan, la bebé cayó desde gran altura e impactó de lleno contra la zona del muelle. Falleció en el acto.
En un primer momento, autoridades locales habían especulado que en realidad Chole se había resbalado de los brazos de uno de sus abuelos, Salvatore Anello, mientras se encontraban en una zona infantil del barco conocida como «H2O».
Pero ahora, Michael Winkleman, el abogado que representa a la familia, dio una versión totalmente opuesta a la del accidente familiar.
Y responsabilizó a la compañía naviera por el trágico accidente.
Según testimonios relevados por la familia, la pequeña en realidad estaba jugando en la zona infantil.
Y su abuelo la acercó a la ventana para que la pequeña golpeara levemente el vidrio, una situación que le gustaba hacer cuando observaba en su Indiana natal los partidos de hockey.
Para emular ese movimiento, uno de los abuelos colocó allí a la pequeña, pero nunca advirtió que en ese lugar no había vidrio protector. La familia dice que la ventana estaba abierta y que Anello no se dio cuenta. Literalmente pensó que había vidrios allí.
La consecuencia de esa situación fue trágica y acabó con la vida de Chloe. Según revelan ahora, a la madre Kimberley Schultz Wiegand se le oía gritar de dolor cuando advirtió lo que había ocurrido.
El padre de la pequeña es Alan Wiegand, un oficial de policía de la ciudad de South Bend, Indiana, Estados Unidos.
La familia Wiegand todavía se encuentra en Puerto Rico, donde accionará judicialmente contra Royal Caribbean, que niega haber cometido alguna negligencia que acabara con la vida de la menor.