Hermosillo, Sonora.- Definitivamente para Ramón Alberto, de 18 años de edad, ayer no fue su día de suerte, pues cuando prácticamente ya estaba saboreando el producto del robo que acababa de consumar en un centro religioso, al salir del mismo se quedó atorado en la reja que cubre una de las ventanas y terminó en manos de la policía.
Resulta que este joven violentó una de las ventanas del local y se dedicó a apoderarse de diversos objetos en el interior, pero tuvo la mala suerte de que cuando estaba en plena acción, escuchó que abrieron la puerta principal del lugar.
Por esa razón cambió su ruta de escape y al buscar salir por otra de las ventanas, se atoró con la reja de la misma, de ahí que medio cuerpo quedó dentro del templo y el resto por fuera del local.
Elementos de la Policía Municipal lo encontraron en tan incómoda posición, con
la mochila con los objetos robados en su interior; buscaron liberarlo, pero como estaba muy atorado, llamaron al personal de Bomberos de Hermosillo.
De esta manera el malviviente fue desatorado de la reja, para pasar a ser esposado y presentado ante el Ministerio público.