Altar, Sonora.- Por la preservación de la vida, aun dejando atrás la tierra que los vio nacer, su casa, sus raíces, parientes y amigos, numerosas familias han decidido abandonar la comunidad de Llano Blanco, perteneciente a este municipio, donde la violencia ha llegado a tal nivel que nadie está seguro en esa zona.
En los últimos meses las acciones de grupos de la delincuencia organizada han aumentado sus operaciones desde Altar, Pitiquito y Caborca, pero en la comunidad de Llano Blanco han sembrado el terror.
«Ya saqué a mi familia del ejido, nos vamos a ir a buscar casa a Caborca, porqué todas las noches no se duerme ni se vive, aquí nos pueden matar hasta por no darles un vaso de agua a esa gente», declaró José al medio digital Ariete Caborca.
Aseguran que todo lo que entra y sale de esta región, localizada en el kilómetro 90 del tramo carretero Altar-Pitiquito, es inspeccionado por grupos delictivos.
Los enfrentamientos entre ellos y también con autoridades policiacas y militares mantienen en constante zozobra a sus habitantes, de tal suerte que gran parte de ellos ha decidido hasta dejar sus tierras y esperar a que la tranquilidad regrese a la zona.
