Estados Unidos.- Kayleen Lee Blaha llegó al mundo en el baño de su casa, movió sus pequeñas piernas y sus bracitos, abrió sus ojos y sus padres vieron que eran color café, pero nada los conmovió, ellos estaban preocupados por los llantos de la bebé, por eso la sumergieron en la tina que estaba medio llena, con sus manos hicieron presión sobre su frágil pecho y vieron como se le fue la vida, una tan fugaz que duró unos cuantos minutos. Según los reportes de la policía ahogaron a su recién nacida porque tenían miedo de que descubrieran que tenía metanfetamina en la sangre.
Cuando el trabajo de parto comenzó, Brandon Thoma, de 31 años, le dio a su pareja Taylor Blaha, de 24, metanfetaminas para que tolerara el dolor propio del alumbramiento, según dijo la mujer cuando fue arrestada. La bebé lloró y ellos sintieron miedo, pensaron que los vecinos llamarían a la policía para reportarlos y que los oficiales descubrirían que la recién nacida tenía rastros de la droga en la sangre, así que la mataron. No conforme con quitarle la vida, el hombre abandonó el pequeño cuerpecito en una zona boscosa.
Ambos están acusados de asesinto en primer grado, él también está acusado de abuso de un cadáver. De acuerdo a los documentos judiciales, el hombre colocó el cadáver en un contenedor de plástico, el cual envolvió en bolsas de basura, después lo metió en una mochila para sacarlo del departamento. Hasta el momento la policía no ha encontrado el cuerpo de la pequeña Kayleen.
El arresto se dio después de que un trabajador social del Departamento de Servicios Humanos de Iowa diera aviso a la policía sobre la visita de una mujer al hospital, ocurrida el 22 de noviembre, seis días después del nacimiento de la bebé. En el nosocomio Blaha dijo que dio a luz a una bebé en su casa y que el cuerpo de la recién nacida había sido enterrado en una zona desconocida para ella.
De acuerdo a declaraciones que después dio a la policía, la mujer dijo que descubrió su embarazo en el mes de abril, ella y su pareja trataron de provocar un aborto, pero fallaron. Al ver a la bebé pensó que podría adoptarla su hermana, pero terminaron asesinándola.
Confesión
En la narración, la mujer dijo que su pareja cortó el cordón umbilical con unas tijeras, después tomó una parte de éste y dijo que lo guardaría como recuerdo de su bebé. Cuando la policía inspeccionó el departamento encontró lo que parecía ser un trozo de cordón umbilical o restos de placenta dentro de un cajón de una cómoda.
Cuando fue el turno de declarar de Thoma, reconoció que asesinaron a la bebé, reiteró que lo hicieron por miedo, pues temían que al descubrir la droga les quitaran a su hijo de dos años.
Les indicó dónde había enterrado el cuerpo, pero la extensa búsqueda de la policía no arrojó ningún resultado, pese a que se realizaron excavaciones. Los oficiales también revisaron un vertedero, pero no hay ningún rastro de la bebé.
Con información de El Heraldo de México